J.S. Held adquiere GLI Advisors para fortalecer sus servicios de apoyo a proyectos de construcción en el oeste de EE. UU. y Hawái
LEER MÁSFecha de publicación (primera edición): 10 de febrero de 2022
Actualización (segunda edición): 20 de noviembre de 2025
El término "contabilidad forense" suele utilizarse de forma incorrecta y prestarse a interpretaciones equivocadas. Cuando uno menciona que es contador forense, la reacción habitual es: "¿Como en la serie de televisión, CSI[1]?". En cierto modo. Sin embargo, los contadores forenses investigan números en lugar de crímenes violentos.
La práctica de la contabilidad forense puede resultar tan fascinante como una serie de televisión. No obstante, si bien llevar a cabo análisis forenses puede ser muy gratificante, es la tarea más desafiante para un contador profesional. Por ejemplo, como contador forense, el autor rastreó activos pertenecientes a víctimas del Holocausto, declaró en litigios en los que la continuidad de una empresa estaba en juego, actuó como perito judicial, [2] investigó esquemas Ponzi, [3] dirigió equipos involucrados en litigios multimillonarios, analizó fraudes bancarios de gran escala, colaboró con el FBI y con el Departamento de Justicia de EE. UU. en casos penales de delitos de guante blanco y declaró en un juicio por asesinato transmitido por televisión.
La AICPA, la entidad que regula a los contadores profesionales en los Estados Unidos, define la contabilidad forense como "la aplicación de conocimientos especializados y habilidades de investigación que poseen los contadores públicos certificados (CPA) para recopilar, analizar y evaluar pruebas, así como interpretar y comunicar los hallazgos en tribunales, salas de juntas u otros foros legales o administrativos". [4] Por lo tanto, los contadores profesionales, principalmente los CPA, son quienes realizan trabajos de contabilidad forense. Además, existe una subcategoría de esta disciplina: la investigación de fraudes, que puede ser realizada por contadores, profesionales de otras áreas o examinadores de fraude certificados (CFE, por sus siglas en inglés; que, en este documento, también se denominan "analistas").
Al echar un vistazo rápido a los artículos periodísticos comerciales del último año, podrán encontrarse numerosos artículos sobre fraudes en los estados financieros, investigaciones corporativas, malversación de activos, corrupción pública y diversos tipos de fraude ocupacional. [5] De hecho, la Asociación de Examinadores de Fraudes Certificados (ACFE), en su documento Global Study on Occupational Fraud and Abuse, Report to the Nations (Estudio mundial sobre fraude y abuso ocupacional: informe a las naciones) de 2024, informó que el fraude es un problema global que afecta a todas las organizaciones en el mundo. El estudio de 2024, que analizó 1,921 casos en 138 países, reveló que el fraude generó pérdidas totales superiores a 3,1 mil millones de dólares. [6] Estas cifras no muestran señales de disminuir, incluso tras la asignación de recursos adicionales a nivel corporativo y décadas después de la promulgación de la Ley Sarbanes-Oxley (SOX). [7]
Cuando los contadores forenses investigan acusaciones de conducta inapropiada o fraude dentro de empresas, a menudo, esas investigaciones se denominan "investigaciones internas". Este artículo brinda una guía práctica para llevar a cabo investigaciones de contabilidad forense e investigaciones internas, y además ofrece algunos ejemplos reales. Aborda qué hacer una vez que se descubre un problema (o cuando se lo contrata para investigar un problema) desde la perspectiva del analista. Además, se detallan las mejores prácticas en las distintas etapas de una investigación de contabilidad forense, que incluyen:
Una investigación de contabilidad forense posibilita logros importantes. Ayuda a que los que juzgan los hechos comprendan el análisis financiero y la cuantificación de los daños. Algunas investigaciones también se orientan a erradicar la corrupción en organizaciones gubernamentales o empresariales, lo que, en última instancia, puede llevar a los responsables ante la justicia.
En la mayoría de los trabajos forenses, la parte interesada busca obtener respuestas a tres preguntas principales:
Además de para investigaciones internas, es posible que se contrate a contadores forenses para otros tipos de encargos de contabilidad forense. Algunos ya han avanzado hasta la etapa de litigio y requieren un perito que analice la cuantificación de los daños. Estos incluyen, entre otros, los siguientes:
Otros trabajos consisten en investigar sospechas de fraude. Por ejemplo, una agencia gubernamental o una entidad comercial sospecha (o confirma) la existencia de algún tipo de fraude dentro de la organización. Con frecuencia, se contrata a contadores forenses o analistas para ayudar en la investigación de esos fraudes. En algunos casos, la misma organización es la que contrata directamente al analista, mientras que, en otros, la asesoría legal externa es la que contratará a los especialistas.[8] Entre los ejemplos de examinaciones de fraudes se incluyen los siguientes:
De acuerdo con la ACFE, los análisis de fraudes también pueden abordar otros objetivos de la organización, entre los que se encuentran [10]:
Existe una amplia variedad de trabajos de contabilidad forense. La mayoría se clasifica como encargo relacionado con contabilidad o no relacionado con contabilidad; relacionado con litigios o no relacionado con litigios, y relacionado con fraude o no relacionado con fraude. Si bien estos grupos, en ocasiones, se superponen, el objetivo principal del sistema de clasificación es garantizar que el equipo asignado cuente con la experiencia y los conocimientos especializados necesarios para completar el trabajo. Por ejemplo, si la tarea está relacionada con fraudes de estados financieros, el equipo necesitará experiencia en contabilidad. Si se trata de una revisión a gran escala de estados financieros, será necesario contar con especialistas en herramientas de análisis de datos. Además, si hay un componente de fraude, el equipo también necesitará a alguien con experiencia en entrevistas a personal financiero.
Por último, el analista debe asumir que cualquier encargo podría dar inicio a un litigio, por lo que debería considerar si sería un testigo fidedigno en el caso. Si la respuesta es negativa, deberá rechazar el trabajo o incorporar a un profesional que pueda actuar como testigo experto.
El analista debe evaluar qué estándares profesionales pueden ser aplicables. Los contadores públicos acreditados, los expertos en valuación y los profesionales en fraude pertenecen a organizaciones independientes con distintos estándares. Los contadores públicos certificados (CPA) deben considerar lo siguiente:
La profesión de valoración está regida por las Normas Uniformes de Práctica de Valoración Profesional (USPAP), que consisten en las normas de desempeño y éticas reconocidas para la profesión de valoración en los Estados Unidos. Los examinadores de fraudes certificados están regidos por el código de ética profesional y el código de normas profesionales de la Asociación de Examinadores de Fraudes Certificados. Es responsabilidad del analista conocer y cumplir las normas que deben aplicarse en cualquier encargo.
Antes de aceptar un encargo, los analistas deben asegurarse de que ni ellos ni su firma tengan conflictos de intereses. Por lo general, deben examinar a la empresa, a sus ejecutivos clave y cualquier objetivo que pueda generar un conflicto de interés. La AICPA ofrece orientación sobre conflictos de intereses en el Informe Especial 08-1 de la Sección de Servicios Forenses y de Valoración: Independence and Integrity and Objectivity in Performing Forensic and Valuation Services (Independencia, integridad y objetividad al prestar servicios forenses y de valoración).
Es recomendable contar con una carta de compromiso con el cliente, preferiblemente con el asesor legal externo que represente a la organización. Además, en términos generales, es importante describir la naturaleza y las normas profesionales que rigen el encargo. Si no se abordan estas cuestiones, es posible que el cliente asuma incorrectamente que el contador forense está brindando un servicio de aseguramiento (como una "auditoría" o una "revisión"). A menos que dichas garantías se incluyan expresamente, el analista (incluso si no es contador) debe evitar usar los términos "auditoría" y "revisión" en cartas de compromiso, documentos de trabajo y comunicaciones con el cliente. La AICPA brinda más orientación acerca de las cartas de compromiso en la ayuda para la práctica de servicios forenses y de valoración 04-1: Engagement Letters for Litigation Services (Cartas de compromiso para servicios de litigio).
Una vez contratado por el cliente, el analista debería definir el alcance de trabajo del encargo. Al inicio, un plan de trabajo general suele ser suficiente; este plan puede ampliarse y ajustarse a medida que se descubran nuevos hechos y se realicen análisis. Es importante mantener informado al asesor legal externo, si el cliente sigue la recomendación del analista de contratarlo, sobre el progreso del trabajo y cualquier cambio en el alcance. Esta línea de comunicación abierta debería ayudar a generar un ambiente de equipo y aliviar la tensión al presentar una factura.
Los analistas son expertos independientes y, por lo tanto, no deben dejarse influenciar por la necesidad del cliente o del asesor legal externo de controlar el alcance del encargo, incluso cuando soliciten que el analista emita un informe "sin hallazgos". Si el analista se encuentra en esa situación, debería considerar renunciar al encargo.
Un encargo de contabilidad forense tendrá éxito si el profesional se toma el tiempo de comprender las normas profesionales requeridas, reunir al equipo correcto para el encargo, investigar posibles conflictos, preparar cartas de compromiso efectivas, desarrollar planes de trabajo eficientes y comunicarse con la asesoría externa.
Los clientes suelen preocuparse por los costos, y los analistas deben abordar esta inquietud de manera eficaz. Una de las primeras preguntas que puede plantear un cliente es: "¿Cuánto va a costar esto?". Si bien es difícil estimarlo en asuntos de litigio, en investigaciones de fraude es prácticamente imposible.
Al comienzo de un encargo, el analista no sabe hasta qué punto se extiende el problema. Lo que comienza con un dato anónimo [13] de un empleado puede convertirse en colusión de múltiples empleados, que luego deberán ser investigados. Esta situación afecta tanto el alcance de trabajo del analista como los costos.
La colusión genera otros problemas más significativos. Anula los controles internos, el acceso a los sistemas, y los procesos y procedimientos que normalmente serían fiables. Además, si el encargo está vinculado con una compañía que cotiza en bolsa y el fraude involucra a un empleado en el que el auditor externo confió al llevar a cabo la auditoría o la revisión de control interno, es probable que los auditores externos tengan inquietudes acerca de la confiabilidad de su auditoría y quieran realizar algún tipo de investigación paralela. Esto implica la necesidad de reportes periódicos y tiempo adicional por parte del contador forense.
Ejemplo: se inició una investigación de un gran conglomerado de manufactura que estaba vinculada con un fraude en los estados financieros. La investigación reflejó que el director financiero (CFO) conspiró con jefes de división para falsificar registros de cuentas con el fin de maximizar los fondos para bonos. La colusión entre empleados de alto rango generó obstáculos significativos para los analistas, dificultó la resolución del caso e incrementó el costo total de la investigación.
Las personas mienten, y eso enlentece el análisis. Existen situaciones en las que los empleados mienten para tapar asuntos del negocio, en las que asistentes mienten para cubrir a sus jefes y en las que controladores mienten para proteger sus unidades de negocios. La forma más eficaz de contrarrestar estas conductas es examinar rigurosamente las pruebas y los datos, y realizar entrevistas efectivas a los empleados. Una forma efectiva es confrontar a los mentirosos mostrándoles los datos y la evidencia que están refutando. A veces, es la manera más rápida de descubrir la verdad. Una vez que la persona entrevistada se da cuenta de que el analista ha completado la debida diligencia necesaria, queda acorralada y debe dar respuestas mucho más honestas.
Ejemplo: hace varios años, el controlador corporativo de una división importante de una compañía incluida en la lista de Fortune 500 fue entrevistado en relación con un caso de fraude. A través de la línea directa de atención contra fraudes interna, la compañía recibió una acusación de un informante, en la que se indicaba que la división estaba inflando de manera fraudulenta sus resultados operativos. Durante la mañana del primer día, el controlador se presentó en la sala de conferencias con los volúmenes encuadernados de controles internos y procedimientos requeridos por la Ley Sarbanes-Oxley (SOX), y aseguró que los libros contables eran precisos y estaban en perfecto orden. Para la tarde del tercer día, después de múltiples entrevistas, del análisis de varios cientos de transacciones y de una lista de alrededor de treinta preguntas sobre determinadas entradas contables de fin de mes, el mismo controlador ingresó nuevamente en la sala y confesó el fraude. Debido a su cargo y antigüedad en la organización, fue capaz de anular todos los controles internos existentes. Los documentos de conformidad con la ley SOX no sirvieron para nada. Cuando se le preguntó por qué estaba confesando, contó que sabía que, luego de que se hubieran hecho las preguntas correctas, el fraude finalmente se descubriría. Solo era cuestión de tiempo. Afirmó que no podía dormir por la noche. Los analistas deben mostrar constancia y escepticismo en su investigación, y a la larga encontrarán las respuestas.
El mantenimiento de registros electrónicos ha vuelto mucho más complejas las investigaciones de fraude. Hace veinticinco años, un investigador podía revisar los archivadores en la oficina de un ejecutivo para buscar respuestas. Hoy en día, hay servidores de archivos, sistemas de correo electrónico, unidades compartidas, mensajes de texto y salas de chat. Muchas empresas conservan sus datos de manera indefinida. Por lo tanto, es indispensable recopilar, preservar y analizar esa información para determinar si son relevantes.
Con la ayuda de plataformas de descubrimiento electrónico como Reveal, Relativity y Disco, almacenar y analizar registros electrónicos es más eficiente que nunca. En particular, la reciente integración de la IA generativa les permite a los profesionales identificar rápidamente información relevante. Además, el uso de SQL u otros lenguajes de programación puede agilizar el análisis de grandes volúmenes de datos estructurados. Sin embargo, incluso con estas herramientas, como plataformas informáticas, bases de datos SQL, profesionales de datos estructurados y especialistas en análisis informático, el proceso requiere tiempo y resulta costoso.
El análisis de la información almacenada electrónicamente se ha convertido en un componente esencial de las investigaciones y suele requerir la participación de profesionales especializados en datos de clientes, como los equipos de TI. Es fundamental comunicarse con ellos desde el inicio para comprender qué fuentes de datos pueden ser pertinentes y adoptar las medidas necesarias para preservar información potencialmente relevante (por ejemplo, evitar la eliminación automatizada de correos electrónicos).
Ejemplo: se sospechaba que una empleada estaba robando dinero de su empleador. Al ser interrogada, negó las acusaciones. Sus correos electrónicos, mensajes de voz, mensajes de texto y chats grupales fueron extraídos del servidor de la empresa. Ella no sabía que la compañía guardaba los metadatos de los mensajes instantáneos enviados a través de su computadora de trabajo. Esos mensajes no solo indicaban cómo estaba robando el dinero, sino también que estaba gastando una porción significativa en su jefe, con el que también estaba teniendo un amorío. La compañía despidió a ambos empleados y derivó el caso a las fuerzas policiales locales para su procesamiento.
La mejor forma de gestionar las expectativas del cliente y los costos asociados es adoptar un enfoque por fases. Para hacerlo, elabore una nota del enfoque (o un plan de trabajo) al comienzo de cada investigación forense. En un nivel alto, la nota describe los pasos de la investigación y su costo estimado. Al final de cada semana, revise la nota, actualice las estimaciones e informe de las actualizaciones a la asesoría o al cliente. Este proceso mantiene a todos en la misma sintonía y minimiza el choque inicial al enterarse de los costos en futuras facturaciones. El plan de trabajo debe abarcar todos los aspectos del encargo, incluida la información almacenada electrónicamente actual que se encuentra en el ámbito de recopilación y análisis.
Por lo general, es adecuado llevar a cabo algún tipo de evaluación preliminar al comienzo de una investigación forense. La evaluación puede incluir:
En muchos casos, la evaluación requiere que el analista forense interactúe con empleados de los departamentos de contabilidad y finanzas. Estas interacciones deben manejarse con cautela, ya que dichos departamentos suelen ser objeto de la investigación y las noticias se propagan con rapidez, incluso dentro de organizaciones grandes. En este tipo de entorno, el analista debería presentarse como miembro del equipo de auditoría externa (habiendo notificado anteriormente a la asesoría).
La AICPA estipula las siguientes preguntas que podrían ayudar con la evaluación [16]:
Luego de la evaluación preliminar, el analista debe actualizar la nota del enfoque y considerar cualquier cambio que sea necesario en la estructura del equipo. Por lo general, los cambios en el equipo se realizan debido a cuestiones de contabilidad complejas, necesidades de experiencia industrial específica y cuestiones de datos electrónicos.
Es fundamental que el analista conserve un conjunto completo de los documentos de trabajo generados durante la investigación. Esto no implica que deba conservar todas las notas, los esquemas u otros documentos. En su lugar, determine si las notas u otros materiales son relevantes para la investigación. Si es así, las notas deben formarse en un memorando u otro documento. Los materiales irrelevantes deben descartarse. Esto es particularmente importante en el caso de notas de entrevistas. El propósito de las notas de entrevistas no es transcribir todo lo dicho durante la entrevista, sino resumir el contenido relevante. Se permite incluir citas del entrevistado en el caso de detalles de especial importancia.
Cuando el analista deba tomar posesión de documentos originales, es indispensable mantener una cadena de custodia adecuada para preservar la integridad de las pruebas. [17] Esto resulta especialmente relevante para documentos con firmas originales o para elementos físicos como cheques cancelados o discos rígidos. Contar con profesionales capacitados, como expertos certificados en informática forense, es clave para garantizar que las evidencias se gestionen correctamente y conserven su validez.
Debe haber una línea de comunicación con el cliente, ya sea que se trate de asesoría legal externa o la gerencia de la compañía. En algunos casos, el cliente puede ser la junta directiva de la compañía o un comité de auditoría. Según lo indicado anteriormente, en investigaciones forenses siempre se prefiere que el cliente sea la asesoría legal. De ese modo, si el analista determina la existencia de colusión o participación de la gerencia en el fraude, cuenta con un interlocutor imparcial. Si el cliente es la gerencia de la compañía, es mejor que esta involucre a la junta directiva o al comité de auditoría en las primeras etapas del encargo por los mismos motivos.
Por último, en algún punto de la investigación, el analista y el cliente deberán determinar cómo comunicar las conclusiones del encargo. Por lo general, estas se detallan en un informe escrito o una presentación oral. Cada método tiene sus ventajas y desventajas. Escribir informes lleva tiempo y es costoso, pero estos posibilitan un nivel de detalle exhaustivo. Los clientes suelen preferir informes escritos si desean derivar el caso a las fuerzas policiales o tienen planificado reclamar un reembolso de los costos a su aseguradora. Los informes orales se preparan rápidamente, pero solo brindan información resumida.
Los clientes suelen preferir informes orales si tienen inquietudes acerca de cuestiones vinculadas con la relación de confidencialidad entre un asesor legal y su cliente, y con la etapa de obtención de pruebas en un litigio. Si no hay un informe escrito, este no podrá entregarse. Algunos clientes han solicitado presentaciones orales, además de informes escritos como recomendación para los controles internos, ya que deseaban compartir los informes con sus auditores externos.
Luego de que el cliente haya aprobado los planes de trabajo, el analista debería comenzar a ejecutar el plan. Si bien todos los encargos de contabilidad forense son distintos, existen algunas categorías de ejecución que deberían ser iguales.
En primer lugar, recopile los documentos electrónicos y físicos relevantes. En algunos proyectos, los documentos impresos pueden ser muy voluminosos. De ser así, el equipo del encargo debe contar con copias de los documentos fuera del sitio de trabajo u organizarse con el cliente para limitar el acceso de los empleados a estos documentos. También es posible escanear dichos documentos para convertirlos a formato electrónico, lo que facilita su búsqueda y revisión. Los documentos electrónicos (correos electrónicos, hojas de cálculo, carpetas compartidas, entre otros) suelen procesarse y cargarse en una plataforma de revisión especializada. Aunque el procesamiento de documentos es un tema complejo y excede el alcance de este análisis, es fundamental plantear desde el inicio algunas preguntas clave:
En segundo lugar, según el tipo de encargo, el próximo paso podría incluir el uso de procedimientos analíticos. Estos procedimientos pueden identificar tendencias o transacciones no habituales que ayudarían al analista. Algunos ejemplos de procedimientos analíticos incluyen los siguientes [18]:
Muchos de estos procedimientos requieren la participación de analistas de datos, quienes pueden utilizar herramientas como Valid8, SQL u otras tecnologías forenses para examinar a fondo los datos y presentar los hallazgos de manera clara y concisa. Por ejemplo, un analista de datos puede emplear estas herramientas para investigar las transacciones bancarias de una empresa y mostrar el flujo de fondos hacia proveedores legítimos e ilegítimos mediante paneles de Power BI.
En tercer lugar, el analista debe comenzar a programar entrevistas tan pronto como sea posible. Antes de cualquier entrevista, el analista debería considerar las siguientes cuestiones:
Generalmente, el entrevistador debería contar con la asistencia de una persona para que tome notas durante la entrevista. Es recomendable que el entrevistador cuente con una segunda persona encargada de tomar notas, quien debe ubicarse ligeramente fuera del campo visual del entrevistado. Esta estrategia ayuda a que el entrevistado se enfoque en el entrevistador y no en las notas que se están tomando.
Luego de las entrevistas, deben elaborarse notas acerca de ellas tan pronto como sea posible. Este proceso posibilita que los detalles de la entrevista queden frescos en la mente del analista y mejora significativamente la calidad de las anotaciones. En algunas ocasiones, los entrevistados pedirán una copia de la nota de la entrevista. Rechace esta solicitud fundamentándose en el hecho de que el documento es confidencial y está protegido por la relación entre asesor legal y cliente, y se ha obtenido como producto del trabajo de investigación.
Realizar entrevistas puede ser, de lejos, el aspecto más emocionante de las investigaciones forenses. No obstante, la única forma de superarlas con éxito es a través de la preparación. El analista, como entrevistador, debe entrar a la sala con más conocimiento del que el entrevistado cree que tiene. Esto implica haber trabajado duro antes y esbozar una hoja de ruta para la entrevista.
Pero probablemente el punto más importante sea el hecho de que el analista debe realmente escuchar lo que dice el entrevistado. Pueden darse situaciones en las que el entrevistador esté tan enfocado en su próxima pregunta que no escuche la respuesta de la pregunta anterior. El analista debe ser flexible: desviarse del esquema, si el entrevistado propone un tema útil, y retomarlo si su punto no conduce a nada. Si parece que el entrevistado no está diciendo la verdad, es recomendable reformular la pregunta con algún cambio. También puede volver a temas anteriores para comprobar si las respuestas cambian. En muchas ocasiones, ser persistente valdrá la pena y lo acercará a la verdad. La última pregunta siempre debería ser: "¿Hay algo más que quiera contarme?". Podría suscitar algunas respuestas sorprendentes.
Ejemplo: una gerenta de oficina de una gran empresa de construcción estaba siendo entrevistada porque una informante interna denunció que varios ejecutivos de construcción de la compañía estaban pagando contribuciones políticas a determinados políticos locales y obteniendo reembolsos de esos pagos de fondos de la compañía. Se denunció que los reembolsos estaban categorizados como gastos de viaje y otros gastos en el sistema de contabilidad de la compañía. Al entrevistar a la informante, ella afirmó que la gerenta de oficina sabía todo lo que sucedía en la compañía y que era amiga cercana de los ejecutivos acusados. Por lo tanto, el analista pasó varios días revisando los informes de gastos e individualizó todos los gastos de los últimos tres años que estaban categorizados como gastos de viaje u otros gastos y que no contaban con la respectiva documentación de respaldo. Luego, programó una entrevista con la gerenta de oficina. El entrevistador describió las acusaciones de la informante. La gerenta de oficina negó saber algo al respecto. Pasaron varias horas en las que se analizaron los informes de gastos. El analista le mostró diez informes a la gerenta y le preguntó: "¿Sabe algo sobre esto?". Ella negó tener conocimiento al respecto. Se analizaron diez informes más y el analista afirmó: "Otra persona dijo en una entrevista anterior que usted conoce este proceso". Continuó negando saber algo al respecto. Después de un rato, la gerenta preguntó: "¿Cuánto tiempo vamos a estar aquí?". El analista respondió: "Hasta descubrir la verdad". Después de varios ejemplos más, ella hizo una pausa y explicó cómo funcionaba el fraude. No era partícipe, pero conocía los detalles. Estaba cansada de responder preguntas y solo quería que alguien supiera que ella no era responsable del fraude. En este caso, la persistencia rindió frutos.
Por último, es posible que el analista lleve a cabo más procedimientos sustantivos según sea necesario. Estos procesos incluyen observaciones de los sistemas de control internos, rastreo de activos, análisis de registros de acceso, examinación de metadatos de medios electrónicos, selección de entradas contables del libro mayor y análisis de transacciones no habituales o de partes relacionadas. Es buena idea solicitar el consentimiento del cliente antes de iniciar estos procedimientos (especialmente si no eran parte del plan de trabajo original).
Documentar los hallazgos es fundamental, y puede hacerse de varias maneras. Lo más habitual es presentar informes escritos y orales directamente al cliente. Además, es posible que se le pida al analista presentar un informe ante un tribunal o las fuerzas policiales. Cualquier informe de investigación debe cumplir con lo siguiente [20]:
Por último, el analista no debe afirmar de forma concreta la existencia de fraude. Puede concluir que hay indicios de fraude e, incluso, puede afirmar que el sujeto de la investigación confesó que determinadas acusaciones eran ciertas. El acto de fraude constituye una conclusión legal, que debe quedar reservada para tribunales, jueces, árbitros y jurados.
Tomarse el tiempo para planificar y organizar de forma adecuada una investigación forense incrementa la eficiencia de la investigación y posibilita ahorrar dinero a los clientes. Supone comunicar las estimaciones de costos iniciales, los cambios en el alcance y los hallazgos preliminares al cliente.
En las etapas tempranas del encargo también deben analizarse otras cuestiones, en especial, las ventajas y desventajas de los diversos tipos de informes. Si el cliente busca el reembolso de los costos de la investigación a través de su aseguradora o planea remitir el caso a una agencia policial, lo más adecuado es preparar un informe escrito. Si estas cuestiones no son importantes para el cliente, pero este último sí tiene inquietudes acerca de la confidencialidad o la relación entre asesor legal y cliente, es posible que alcance con una presentación oral.
Por último, es muy posible que las entrevistas forenses constituyan la clave de la investigación. Los analistas deberían prepararse minuciosamente para las entrevistas y comenzarlas sabiendo más que lo que estiman los entrevistados. Los clientes esperan que el analista tenga experiencia en técnicas de interrogación efectivas y pueda manejar a entrevistados mentirosos u hostiles.
Agradecemos a F. Dean Driskell III, Ken Feinstein y Mike Gaudet por aportar su experiencia y sus perspectivas, que resultaron sumamente valiosas para esta investigación.
F. Dean Driskell III es vicepresidente ejecutivo del área de Daños Económicos y Valuaciones de J.S. Held. Se especializa en ofrecer servicios de consultoría para clientes involucrados en diversos tipos de disputas contables, económicas y comerciales, así como asuntos relacionados con fraude y contabilidad forense. Dean cuenta con más de 30 años de experiencia en análisis financiero, contabilidad, informes y gestión financiera, y ha prestado servicios a clientes y su asesoría legal, tanto en el sector privado como el público, en virtud de los que ha proporcionado análisis técnicos, asistencia en contabilidad/reformulación, servicios de valorización y respaldo en litigios en diversas industrias; y, también ha declarado como testigo experto en litigios.
Para comunicarse con Dean, envíe un correo electrónico a [email protected] o llamando al +1 470 690 7925.
Ken Feinstein es director ejecutivo sénior y lidera el equipo de Análisis de Datos de Investigación de J.S. Held, dentro del área de Investigaciones y Descubrimiento Digital. Ken se especializa en análisis de datos de investigación y tiene más de 25 años de experiencia. Proporciona soluciones de análisis de datos que abarcan múltiples sectores, entre los que se incluyen venta minorista y productos de consumo, ciencias biológicas, tecnología, servicios financieros y productos industriales. Entre sus clientes se incluyen estudios de abogados y equipos legales y de cumplimiento de Fortune 500, para quienes realiza investigaciones complejas a gran escala, tareas de respuesta regulatoria, iniciativas proactivas contra el fraude y programas de cumplimiento. Él y su equipo analizan metodologías de investigación tradicionales y datos estructurados y no estructurados para ayudar a los clientes a afrontar riesgos jurídicos, de reputación y normativos. Esto incluye la adquisición, la transformación y la carga de datos estructurados de sistemas de clientes de varias jurisdicciones en un único repositorio para realizar análisis de datos complejos.
Puede contactarse con Ken enviando un correo electrónico a [email protected] o llamando al +1 917 277 7868.
Mike Gaudet es director ejecutivo sénior de la práctica de Investigaciones globales de J.S. Held, y se especializa en investigaciones digitales y descubrimiento electrónico. Cuenta con más de 20 años de experiencia en los que ha proporcionado soluciones para empresas, equipos legales y agencias gubernamentales en relación con desafíos de descubrimiento de datos y gobernanza. Es experto en eDiscovery y tecnólogo, con una maestría en Ciencias de la Computación. El Sr. Gaudet es hábil para aprovechar las herramientas correctas y obtener rápidamente una perspectiva sobre la base de los datos, y para alcanzar las metas del proyecto de manera oportuna y sujeto al presupuesto. Cuenta con experiencia en la ejecución de proyectos ad-hoc, así como en el diseño y la implementación de soluciones de software como servicio (SaaS). El Sr. Gaudet cuenta con una experiencia significativa en el aprovechamiento de equipos multidisciplinarios para abordar proyectos relacionados con robo de propiedad intelectual, reclamos de construcción, cuestiones ambientales, debida diligencia/riesgo, cuestiones de atención médica, privacidad de los datos, cumplimiento regulatorio e investigaciones transfronterizas.
Puede ponerse en contacto con Mike al [email protected] o llamando al +1 346 509 5373.
[1] CSI: Crime Scene Investigation es un drama televisivo sobre criminología forense y procedimiento, que se emitió en CBS desde octubre de 2000 hasta septiembre de 2015.
[2] Los "special masters" son designados por un tribunal para llevar a cabo algún tipo de acción en su nombre. https://www.law.cornell.edu/wex/special_master.
[3] Los esquemas piramidales consisten en estafas de inversión fraudulentas que prometen grandes retornos con poco riesgo para los inversores. Los esquemas piramidales generan retornos para los primeros inversores cuando aparecen nuevos inversores. https://www.investopedia.com/terms/p/ponzischeme.asp.
[4] Practice Aid 10-1, Serving as an Expert Witness or Consultant de la AICPA.
[5] La Asociación de Examinadores de Fraudes Certificados (ACFE) define el fraude ocupacional como el aprovechamiento de la ocupación de una persona para enriquecimiento personal por medio de la utilización o aplicación inapropiadas e intencionales de los recursos o activos de la organización empleadora.
[6] ACFE 2024 Global Study on Occupational Fraud and Abuse, Report to the Nations, página 9. El informe puede descargarse gratuitamente en https://www.acfe.com/report-to-the-nations/2024/.
[7] La ley SOX requería que los ejecutivos corporativos certificaran los estados financieros bajo pena de procesamiento. Además, se exigía a las compañías que publiquen detalles de sus controles de contabilidad internos. En ese momento, se consideraba que esos procesos reducirían significativamente los casos de fraude corporativo. Al momento de la redacción de este artículo, el éxito de la ley SOX es debatible.
[8] Siempre se recomienda contratar asesoría legal externa en examinaciones de fraudes, y que esa asesoría legal externa contrate al especialista. Esta modalidad posibilita que la investigación esté sujeta a confidencialidad y a la relación entre asesor legal y cliente, hasta que la compañía desee divulgar los hallazgos a entidades gubernamentales o regulatorias.
[9] 2018 Global Study on Occupational Fraud and Abuse, Report to the Nations de la ACFE, página 11. Resumido de Occupational Fraud and Abuse Classification System (the Fraud Tree) .
[10] 2016 Fraud Examiners Manual de la ACFE, página 3.101.
[11] La AICPA emitió la declaración sobre normas para servicios forenses SSFS 1, que brinda una orientación fidedigna a miembros de la AICPA que prestan servicios de litigios e investigación, en junio de 2019. Esta declaración define qué es litigio e investigación para los fines de contabilidad, describe consideraciones clave para la relación entre cliente y prestador, y establece límites respecto de los servicios que pueden prestar los miembros. Las nuevas normas entraron en vigencia para nuevos encargos aceptados a partir del 1 de enero de 2020.
[12] Resumido de la sección de servicios de valorización y forenses de la AICPA, How to Organize a Forensic Accounting Investigation .
[13] De acuerdo con el 2014 Report to the Nations de la ACFE, más del 40 % de todas las investigaciones internas surge de una denuncia de un empleado, cliente o proveedor.
[14] Tenga en cuenta los posibles problemas relacionados con la colusión, según lo analizado anteriormente.
[15] Sección de servicios de valorización y forenses de la AICPA, How to Organize a Forensic Accounting Investigation , página 6.
[16] Ibid.
[17] Ibid., página 7.
[18] Ibid., página 13.
[19] Informalmente, se lo conoce como advertencia Miranda corporativa. Notifica al empleado que está siendo entrevistado que la asesoría legal de la investigación representa a la compañía y NO al empleado.
[20] Sección de servicios de valorización y forenses de la AICPA, How to Organize a Forensic Accounting Investigation , página 17.
[21] La inferencia comprende todas las circunstancias según las que una persona razonable, prudente y con capacitación profesional consideraría que se ha producido, se está produciendo o se producirá un fraude. 2016 Fraud Examiners Manual de la ACFE, página 3.105.
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