Perspectivas
Este documento tiene por objeto ser un complemento del documento técnico publicado el año pasado titulado " The Approaching Storm: Business Income Losses, Catastrophe Claims, and the Post-COVID Economy " (La tormenta que se avecina: pérdidas de ingresos comerciales, reclamos por catástrofes y la economía después del COVID), en el cual se introdujo el concepto de evaluar las pérdidas de ingresos comerciales y se analizó por qué estos cálculos se tornaron "cada vez más complicados" debido a la pandemia del COVID-19 en curso. En el momento de la publicación original de ese artículo, no teníamos forma de anticipar los impactos continuos que la pandemia tendría en las pérdidas de ingresos comerciales que están ocurriendo bien entrado el año 2021.
En 2020, los ingresos, los costos y, en muchos casos, la viabilidad de casi todas las industrias sufrieron impactos significativos. El statu quo de confiar en tendencias e ingresos históricos para proyectar el futuro se vio desafiado. En realidad, el futuro se tornó bastante incierto e impredecible. Sin embargo, a principios de 2021, muchas empresas encontraron un nuevo ritmo que, a su vez, les devolvió parte de la previsibilidad. ¿Verdad? La respuesta en muchos casos es que no. De hecho, la situación parece haberse vuelto más compleja.
Analicemos algunos de los factores clave que es necesario considerar y evaluar al hacer la proyección de ingresos futuros a los efectos de las pérdidas de ingresos comerciales en el entorno actual.
Disposiciones gubernamentales
Con suerte, hemos vivido el último cierre nacional dispuesto por el gobierno federal debido a la pandemia del COVID-19. Sin embargo, todavía vemos disposiciones gubernamentales federales y locales que tienen efectos notables en las empresas, tanto dentro como fuera de sus jurisdicciones, que deben considerarse al evaluar los ingresos futuros a los efectos de cuantificar las pérdidas de ingresos comerciales. El alcance de estas disposiciones varía de manera considerable. Al evaluar las pérdidas de ingresos comerciales durante la pandemia en curso, es de suma importancia comprender cómo han cambiado las disposiciones gubernamentales locales en este período y los impactos que han tenido. Estas observaciones de los primeros días de la pandemia contribuirán a aclarar y sentarán las bases para evaluar impactos futuros.
Por ejemplo, en respuesta a la suba de casos de COVID-19, el 12 de agosto de 2021, la alcaldesa de Nueva Orleans emitió una disposición mediante la que se requería presentar certificado de vacunación o prueba PCR negativa para participar en actividades con mayor riesgo de transmisión de COVID. Dichas actividades incluyen restaurantes/bares, gimnasios/centros de acondicionamiento físico y entretenimiento en espacios cerrados, y grandes eventos al aire libre. La disposición entró en vigor el lunes 16 de agosto de 2021.[1] Menos de dos semanas más tarde, el 29 de agosto de 2021, el huracán Ida causó daños generalizados en el área de Nueva Orleans. Al evaluar las pérdidas de ingresos comerciales en las áreas comprendidas en dicha disposición, deberán tenerse en cuenta las fluctuaciones observadas como resultado de su implementación. ¿Las empresas "de alto riesgo" vieron un cambio en el comportamiento de los clientes luego de que esta disposición entrara en vigor? ¿Qué pasó con empresas similares en ciudades vecinas? ¿Tuvieron un aumento de clientes que en otras circunstancias hubieran ido a los negocios de Nueva Orleans, pero decidieron ir a otro lado para evitar cumplir con el requisito de vacunación o prueba PCR negativa? ¿Qué pasó con aquellas empresas no consideradas "de alto riesgo" per se que dependen de las "de alto riesgo" para sus actividades? ¿Se vieron afectadas? Todos estos factores deben considerarse al evaluar las pérdidas de ingresos comerciales de las empresas que sufrieron el impacto del huracán Ida.
Además, muchas empresas todavía se están recuperando de los efectos de disposiciones anteriores que ya no rigen. Por ejemplo, el 4 de septiembre de 2020, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) emitieron una disposición tendiente a frenar los desalojos por falta de pago de arrendamientos, partes de la cual todavía continúan vigentes en la actualidad.[2] Como resultado de esta moratoria, innumerables residencias multifamiliares se encontraron con grandes deudas. Cuando esta disposición deje de estar en vigencia, los dueños de estas propiedades, por primera vez en más de un año, tendrán la posibilidad de desalojar a los residentes en mora. El resultado podría ser una rotación considerable de inquilinos, pero también ingresos más altos una vez que finalice el proceso de desalojo y nuevo arrendamiento. ¿Cuánto durará el proceso de desalojo? ¿Las disposiciones de los gobiernos locales extenderán las medidas de protección a los inquilinos con rentas pendientes de pago? Será necesario formular preguntas de este tipo con respecto a reclamos de esta naturaleza.
Además, es importante entender cómo percibe el público las disposiciones gubernamentales tanto a nivel local como nacional para garantizar que tengan lugar las consideraciones adecuadas. ¿La disposición sobre el uso de mascarillas/la realización de pruebas en la ciudad de Nueva Orleans afectará el turismo local? De ser así, ¿los turistas se sentirán cada vez más cómodos o se alejarán del área para evitar las mayores restricciones?
Impactos en la dotación de personal
Estados Unidos ha ofrecido vacunas gratis contra el COVID-19 a cualquier persona que desee recibirla. Sin embargo, un porcentaje considerable de los residentes elegibles ha optado por no recibir la vacuna por uno u otro motivo. El 9 de septiembre de 2021, el presidente Biden anunció un plan de acción basado en seis pilares denominado "La ruta para salir de la pandemia". El plan incluye el requisito de que todos los empleadores con más de 100 empleados se aseguren de que sus trabajadores estén vacunados o se hagan pruebas de detección semanalmente.[3] A pesar de que este plan no había entrado en vigor en la fecha de publicación de este artículo, hemos visto que varias jurisdicciones implementaron disposiciones similares a nivel local. Dichas disposiciones tienen un impacto directo en el porcentaje de la población que ha optado por no vacunarse y, por consiguiente, podrían afectar la disponibilidad de personal al entrar en vigor. ¿Estas disposiciones servirán para fomentar que una mayor parte de la población se vacune o harán que el personal se deje atraer por empresas más pequeñas para evitar cumplirlas? ¿De qué manera los cambios en la dotación de personal afectarán las operaciones y los ingresos comerciales?
Consideraciones del año anterior
Como se mencionó antes, siempre hemos confiado en las tendencias de ingresos del año anterior para proyectar ingresos futuros. A pesar de que los ingresos históricos, en particular los de 2020, sean muy volátiles y anormales, y estén afectados por múltiples factores extraordinarios, aún pueden ser una pieza importante a la hora de evaluar los ingresos futuros. Es imperativo que, cuando se evalúen las pérdidas después de 2020, se consideren no solo los impactos actuales de factores como los mencionados anteriormente, sino también cómo se veían esos impactos en 2020. Además, también se deben considerar las pérdidas de años anteriores y su impacto en los ingresos. Por ejemplo, el huracán Ida afectó áreas que también fueron golpeadas por el paso del huracán Laura en 2020. En el caso de las empresas desafortunadas que se vieron afectadas por ambas tormentas, ¿qué se puede aprender a partir de las pérdidas causadas por el huracán Laura para ayudar a evaluar las pérdidas provocadas por el huracán Ida? ¿O es posible que una empresa no afectada por la destrucción provocada por el huracán Laura haya tenido un incremento en sus ingresos debido a las evacuaciones de las áreas afectadas? Si se analiza de manera aislada, dicho incremento parecería deberse a la estacionalidad o a un pico de recuperación (a niveles prepandémicos), cuando en realidad se debe a un evento extraordinario. Estas consideraciones siempre han sido necesarias, pero es incluso más importante tenerlas en cuenta al evaluar y proyectar ingresos en el mundo actual.
Lenguaje de la póliza
Al igual que con cualquier pérdida de ingresos comerciales, el contador forense deberá trabajar en estrecha colaboración con los ajustadores y abogados involucrados en estos reclamos para entablar conversaciones relativas a determinar si los ajustes potenciales, como los que se plantean aquí, son adecuados para la pérdida en cuestión. El ajustador/abogado podrá aportar un conocimiento valioso sobre el lenguaje específico de la póliza, la jurisprudencia aplicable y el hecho de si factores tales como los analizados anteriormente deberían incluirse en el cálculo de una pérdida de ingresos comerciales específica.
Como hemos visto durante la pandemia, distintas áreas del país reaccionaron de manera diferente a las estadísticas de vacunación e infección por COVID-19 en constante cambio. Al manejar una pérdida de ingresos comerciales durante una pandemia, es extremadamente importante contratar a un experto en contabilidad forense que sea minucioso en su revisión del negocio del asegurado y que también esté familiarizado con el área local en la que ocurrió la pérdida. Esto ayudará a garantizar que se consideren debidamente todos los aspectos que podrían afectar las operaciones actuales y futuras.
Si bien no existe una solución única cuando se trata de evaluar los ingresos en tiempos de pandemia, algo que sabemos con certeza es que en calidad de contadores forenses, debemos permanecer en alerta y ser flexibles en este mundo en constante cambio. Este estado de alerta nos permitirá llevar a cabo una revisión integral para evaluar de manera minuciosa los ingresos que habría tenido un asegurado si no hubiese existido la pérdida en cuestión. La flexibilidad nos permitirá reaccionar y adaptar nuestras metodologías según sea necesario para considerar los diversos factores que afectan el negocio del asegurado.
Queremos agradecer a Jennifer Engle por brindarnos su conocimiento y experiencia, que fueron de gran ayuda para esta investigación.
Jennifer Engle es vicepresidenta de la práctica de Contabilidad Forense - Servicios de Seguros de J.S. Held. Brinda análisis, informes y declaraciones periciales en una variedad de casos forenses y de contabilidad investigativa. Su experiencia incluye investigar y cuantificar las pérdidas que surgen de alegaciones de alter ego, disputas entre socios comerciales, acusaciones de discriminación sexual, casos de muertes por negligencia, lesiones personales, violaciones de patentes, y reclamos de difamación, entre otros. Ha actuado como perito, tanto en tribunales estatales como federales. Jennifer también ha participado en casos no contenciosos relativos a la evaluación y cuantificación de daños económicos, incluidos lucro cesante, costos de construcción importantes, existencias y contenido, responsabilidad por productos defectuosos, salarios perdidos y pérdidas por infidelidad.
Puede contactarse con Jennifer escribiéndole a [email protected] o llamando al +1 404 481 4879.
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