Las juntas directivas son el pilar fundamental para contar con programas de sostenibilidad efectivos. Los programas de sostenibilidad efectivos solo se pueden crear y mantener cuando hay un apoyo constante por parte del equipo de dirección. Sin un equipo directivo abierto y visible, que incluya a la junta directiva, los empleados de nivel jerárquico inferior no se comprometerán con el programa de sostenibilidad y, por lo tanto, el programa difícilmente tendrá éxito. La junta directiva no solo debe establecer el programa de sostenibilidad más adecuado para la empresa, además necesita asegurarse de que existan procedimientos de seguimiento y verificación para supervisar el progreso de la empresa en su camino hacia la sostenibilidad.
Los miembros individuales de la junta tienen una serie de responsabilidades fiduciarias relacionadas con la sostenibilidad que deben cumplir ante la organización y sus partes interesadas, entre las que se incluyen:
Estos deberes fiduciarios están diseñados para garantizar que los miembros de la junta actúen en el mejor interés de la organización y sus partes interesadas. Al cumplir con estos deberes, los miembros de la junta directiva pueden contribuir a garantizar el éxito a largo plazo de la organización y proteger los intereses de las partes involucradas.
Si un miembro de la junta no cumple con su deber fiduciario, puede enfrentar de forma individual riesgos legales y normativos, riesgo reputacional y riesgo financiero o de responsabilidad. Un miembro de la junta directiva que no cumple con estos deberes puede ser considerado personalmente responsable de los daños resultantes de sus acciones o inacciones. El incumplimiento puede incluir el no ejercer un cuidado razonable en la supervisión de las actividades de la organización, como no monitorear el desempeño financiero o las prácticas de gestión de riesgos. Los miembros de la junta directiva también deben buscar asesoramiento legal y profesional, cuando sea necesario, a fin de asegurarse de cumplir adecuadamente con sus deberes fiduciarios.
Para asegurar que las acciones corporativas sean apropiadas, los miembros de la junta deben seguir buenas prácticas de gestión. Los miembros de la junta directiva deben tener un conocimiento completo de las operaciones comerciales, la estrategia, los riesgos y las oportunidades de la organización. Este conocimiento permitirá que los miembros de la junta tomen decisiones informadas y brinden una supervisión efectiva.
Los miembros de la junta directiva deben establecer estructuras de gobernanza efectivas, que incluyan roles y responsabilidades claros, procesos de toma de decisiones y mecanismos de rendición de cuentas. Esto permitirá que la junta directiva supervise de manera efectiva las actividades de la organización. Los procesos de seguimiento les permiten a los miembros de la junta directiva monitorear el desempeño de la organización en relación con sus objetivos estratégicos. Al revisar regularmente la información financiera y no financiera, los miembros de la junta directiva pueden asegurarse de que la organización esté funcionando de manera efectiva y en línea con su misión y valores.
La gestión de riesgos es una función clave de la junta directiva. Los miembros de la junta directiva deben identificar y gestionar los riesgos financieros, operativos y de reputación. Esto incluye establecer programas efectivos de gestión de riesgos, monitorear la exposición a los riesgos y tomar acciones apropiadas para mitigarlos. Parte de la gestión de riesgos incluye el cumplimiento de los requisitos legales y normativos, tales como informes financieros, normas ambientales, sociales y de gobernanza.
Si bien muchos miembros de la junta directiva no consideran necesario involucrarse con las partes interesadas como una obligación de rutina, lo cierto es que deben interactuar con los grupos de interés, incluidos empleados, clientes, inversionistas y grupos comunitarios, para comprender sus perspectivas y preocupaciones y asegurarse de que la organización esté operando en línea con las misiones y valores corporativos establecidos, y luego realizar un seguimiento de esas misiones y valores.
A los efectos de garantizar el cumplimiento, los miembros de la junta directiva deben estar al corriente de las leyes, reglamentos y estándares que se aplican a la organización, ya sea a través del conocimiento directo de la industria o mediante actualizaciones de la dirección corporativa. Esto incluye buscar asesoramiento legal, cuando sea necesario, y mantenerse actualizados sobre los cambios en el entorno legal y normativo. Los miembros de la junta directiva deben colaborar con la dirección para establecer políticas y procedimientos que promuevan el cumplimiento de las leyes, reglamentos y estándares aplicables. Estas políticas y procedimientos se deben revisar y actualizar regularmente para asegurarse de que continúen siendo efectivos. La junta directiva debe supervisar el cumplimiento de la organización con las leyes, reglamentos y estándares aplicables. Esto incluye revisar informes de la dirección y auditores externos, llevar a cabo investigaciones independientes, cuando corresponda, y tomar las medidas apropiadas para abordar los problemas de cumplimiento. Además, los miembros de la junta directiva deben supervisar la función de cumplimiento de la organización. Esto incluye asegurarse de que la función de cumplimiento cuente con personal y recursos adecuados, tenga una estructura de informes clara y esté facultada para identificar y abordar los problemas de cumplimiento.
La gobernanza es otra área en la que la junta directiva tiene una buena oportunidad de dar una dirección positiva a la empresa. Los miembros de la junta deben definir los roles y responsabilidades de la junta directiva, la dirección y otros grupos de interés. Esto implica establecer líneas claras de autoridad, procesos de toma de decisiones y mecanismos de rendición de cuentas. La junta directiva debe desarrollar políticas y procedimientos que rijan las operaciones de la junta, como los horarios de las reuniones, la selección y evaluación de los miembros de la junta y las políticas de conflicto de intereses. Los miembros deben fomentar una cultura de responsabilidad en toda la organización. Esto incluye establecer métricas de rendimiento y evaluar regularmente el desempeño de la organización en función de esas métricas.
Como puede ver, la mayoría de las funciones de la junta directiva están relacionadas con algún tipo de supervisión. Sin embargo, los miembros de la junta deben estar preparados para tomar medidas apropiadas para abordar los problemas de cumplimiento que surjan. Esto puede incluir la implementación de acciones correctivas, la aplicación de medidas disciplinarias y la presentación de informes a las autoridades normativas, de corresponder. Las acciones tomadas son las que realmente garantizan que la organización cumpla con las leyes, reglamentos y estándares vigentes. Las acciones tomadas son esenciales para proteger la reputación de la organización, mitigar los riesgos legales y financieros y asegurar el éxito a largo plazo.
Un tema en el que la junta directiva debería estar interesada es la verificación de gases de efecto invernadero (GEI). Muchos países y jurisdicciones tienen requisitos de informe obligatorio para las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Garantizar el cumplimiento de estos reglamentos es importante para evitar sanciones legales y financieras. Los problemas ambientales son cada vez más importantes para los inversionistas y las partes interesadas. Los informes negativos pueden dañar la reputación de la organización y generar publicidad negativa.
Las emisiones de gases de efecto invernadero representan un riesgo normativo y financiero significativo para muchas organizaciones. Comprender y gestionar estos riesgos es importante para garantizar la viabilidad a largo plazo del negocio. Los costos de cumplimiento normativo, los costos energéticos y otros costos operativos se ven afectados por las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Reducir las emisiones de GEI puede generar ahorros de costos y mejorar el rendimiento financiero.
Como resultado, el seguimiento y la presentación de informes de las emisiones de gases de efecto invernadero son cada vez más importantes a nivel de la junta directiva. La verificación de GEI es exactamente lo que su nombre indica: una verificación de que los datos y los informes son correctos. La verificación de la información sobre las emisiones de GEI ayuda a garantizar la precisión y credibilidad de los datos de emisiones informados. Este punto es importante a la hora de tomar decisiones informadas sobre estrategias de mitigación del cambio climático y demostrar la efectividad de los programas de reducción de gases de efecto invernadero. Además, muchas jurisdicciones tienen requisitos obligatorios de informes sobre emisiones de GEI, y la verificación puede ser necesaria para garantizar el cumplimiento de estos reglamentos.
La verificación de los datos de emisiones GEI puede ayudar a generar confianza en los datos informados y demostrar un compromiso con la transparencia y la responsabilidad. Los inversores y las partes interesadas se sienten cada vez más interpeladas por el desempeño ambiental de las empresas y organizaciones. La presentación de informes sobre las emisiones de GEI y su verificación asociada ayudan a identificar áreas en las que se pueden realizar mejoras para reducir las emisiones y proporcionar comentarios valiosos para perfeccionar las estrategias de reducción de gases de efecto invernadero.
La Organización Internacional de Normalización (ISO) es una organización independiente y no gubernamental que desarrolla estándares voluntarios tomados sobre la base del consenso. Hablamos de más de 24,000 estándares que cubren áreas como gestión, manufactura y tecnología. La norma ISO No. 14064 es específica para las emisiones de GEI y es el estándar de ISO para la cuantificación, monitoreo, informe y verificación de las emisiones y remociones de GEI. La norma consta de tres partes:
La Parte 3 de la norma establece los requisitos para la verificación de terceros de las emisiones y remociones de gases de efecto invernadero. El proceso de verificación implica que un auditor independiente evalúe el inventario de GEI y el programa de reducción, a fin de garantizar que cumple con los requisitos de la norma. El proceso de verificación incluye:
El proceso de verificación ofrece seguridad (definida como un nivel de certeza limitado o razonable dependiendo del alcance) a los interesados de que el informe de emisiones de gases de efecto invernadero es preciso, completo y confiable. También identifica áreas donde se pueden realizar mejoras para reducir aún más las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la efectividad del programa.
En general, el uso de la norma ISO 14064-3 para la verificación de GEI proporciona un proceso consistente y transparente para evaluar la presentación de informes sobre gases de efecto invernadero. ISO 14064-3 es una norma ampliamente reconocida y respetada para la verificación de gases de efecto invernadero, y ha sido adoptada por muchas organizaciones en todo el mundo. Algunas jurisdicciones especifican los protocolos de informes y verificación que se deben utilizar, y estos pueden diferir de la norma ISO. Algunas jurisdicciones tienen sus propios protocolos. El Protocolo General de Verificación del Registro Climático también se utiliza ampliamente. Independientemente del tipo de protocolo de verificación utilizado, proporciona un proceso establecido en el cual los miembros de la junta directiva pueden confiar para obtener un resultado que, a su vez, confirma que el informe corporativo de GEI es preciso, completo y confiable, aspectos fundamentales para las necesidades de la junta directiva.
Le agradecemos a John F. Peiserich por aportar su conocimiento y experiencia, que fueron de gran ayuda en esta investigación.
John Peiserich es vicepresidente ejecutivo y líder de la práctica de Medioambiente, Salud y Seguridad. Con más de 30 años de experiencia, John ofrece servicios de consultoría y servicios expertos para la industria pesada y estudios de abogados de todo el país, centrándose en el petróleo y el gas, la energía y los servicios públicos. Además, ha actuado como perito en procedimientos de arbitraje y en tribunales estatales y federales. Tiene una vasta experiencia en la evaluación del riesgo asociado a las obligaciones de cumplimiento potenciales y continuas, en el desarrollo de estrategias en torno a esas obligaciones y en la aplicación de una estrategia de cumplimiento centrada en el cliente. El Sr. Peiserich tiene designaciones como monitor independiente a través del Programa de Suspensión e Inhabilitación de la Agencia de Protección Ambiental (EPA). Apoya habitualmente a sus clientes en la elaboración de normas y en cuestiones legislativas relacionadas con la energía, el medioambiente, el petróleo y el gas, y otras cuestiones relacionadas.
Puede comunicarse con John escribiendo a [email protected] o llamando al +1 504 360 8373.
La excomisionada de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), Allison Herren Lee, dio un discurso de apertura magistral y muy esclarecedor en la edición 2021 de la conferencia nacional de la Society for Corporate Governance, donde habló sobre las responsabilidades cada vez mayores de las juntas con respecto a...