J.S. Held refuerza su práctica del Derecho de Familia con la adquisición de activos de Luttrell Wegis
LEER MÁSA los profesionales de asesoramiento ante litigios se les suele pedir que elaboren tasaciones o diversos cálculos con base en el lenguaje de los contratos de compraventa, de operaciones y de compra. Estos contratos no siempre presentan un lenguaje claro con respecto a cómo se realizarán las tasaciones u otros cálculos. Este artículo tratará sobre algunos de los problemas frecuentes que surgen en los contratos de compraventa.
Frecuentemente, los términos indefinidos tales como "ganancias", "ingresos" o "ingresos netos" se utilizan para describir entradas de diversas fórmulas en un contrato. Sin embargo, esos términos pueden ser inespecíficos y generar fácilmente resultados indeseados si no se definen con rigurosidad.
Los ingresos netos o ganancias deben definirse claramente como rentas menos gastos. Sin embargo, debe tenerse en cuenta qué rentas y gastos se incluirán en cualquier cálculo, en particular si existen circunstancias inusuales. El término "ingresos" es especialmente poco claro, dado que a veces hace referencia a las rentas y otras veces a las rentas menos ciertos gastos. Para poder definir correctamente dichos términos, la persona encargada de redactar el contrato debe, como mínimo, tener en cuenta las siguientes cuestiones:
Los términos contables deben definirse adecuadamente. De lo contrario, el contador o tasador comercial que deba elaborar los cálculos conforme al contrato no tendrá una orientación suficiente y podrían generarse resultados inesperados.
Frecuentemente, el término informes financieros conforme a "GAAP" (principios de contabilidad generalmente aceptados) se utiliza en contratos de compraventa y en acuerdos similares. El término GAAP suele utilizarse como abreviación de "estados financieros precisos" (por ej. "los informes financieros deben elaborarse conforme a GAAP"). Sin embargo, GAAP tiene un significado específico que podría no aplicarse a muchas compañías o situaciones.
Uno de los problemas más importantes cuando se solicitan informes financieros conforme a GAAP en un acuerdo es que muchas compañías posiblemente nunca hayan elaborado estados financieros conforme a GAAP. Las pequeñas y medianas empresas normalmente utilizan una contabilidad con base en efectivo o impuestos, lo que no siempre cumple con GAAP. Incluso si utiliza una contabilidad con base en la acumulación en lugar del efectivo, es posible que la compañía igualmente no elabore informes financieros conforme a GAAP. Por ejemplo, muchas compañías no elaboran acumulaciones precisas a fin de año conforme a GAAP. Además, técnicamente, los estados financieros elaborados conforme a GAAP deben tener pies de página (es decir, descripciones narrativas y detalles sobre los diversos componentes de los estados financieros), y son pocas las pequeñas y medianas empresas que incluyen pies de página en sus estados financieros.
Por lo tanto, cuando un contrato exige que los estados financieros se elaboren conforme a GAAP, y la compañía nunca ha elaborado estados financieros conforme a GAAP, eso puede generar un problema importante. Muchas compañías no podrían comenzar a elaborar estados financieros conforme a GAAP de un modo veloz y económico. Incluso si fuera posible que una compañía basada en efectivo elabore estados financieros conforme a GAAP, los nuevos informes financieros de GAAP no serían coherentes con los informes financieros elaborados previamente. La falta de comparabilidad con los períodos previos (o con las proyecciones y los pronósticos) podría o no afectar el objetivo deseado del acuerdo contemplado.
Dado que es altamente probable que surjan problemas al utilizar inadecuadamente el término GAAP, lo prudente es determinar cómo la compañía lleva sus registros contables (los informes financieros con base en efectivo e impuestos son los más frecuentes), y luego redactar los requisitos del contrato como corresponda (sin necesidad de exigir informes financieros conforme a GAAP).
El término "valor justo del mercado" (FMV) suele utilizarse en contratos de compraventa como el valor estándar utilizado para determinar el interés del propietario en una compañía. El término FMV en ocasiones se utiliza como término único, cuando el valor del mercado puede ser más apropiado para referirse al estándar de valor.
El cálculo de FMV por lo general requiere descuentos por la falta de comercialización y la falta de control sobre los intereses del propietario inferior al 50 % de la compañía. Por consiguiente, una tasación elaborada utilizando el FMV probablemente resulte en un valor, para un propietario minoritario, significativamente inferior a la tasación elaborada utilizando el valor justo. El estándar de valor justo generalmente no aplica descuentos por la falta de comercialización o por la falta de control.
Una alternativa a especificar la aplicación del valor justo podría ser requerir un valor determinado utilizando el FMV, pero especificando que no se aplicarán descuentos.
Otros factores, como la compensación del propietario y los requisitos previos, a menudo deben tener en cuenta al tasar el interés de un propietario en una compañía. Los propietarios de pequeñas y medianas empresas casi nunca se pagan a sí mismos la tasa actual de mercado, lo que luego impacta, positiva o negativamente, sobre la rentabilidad de la empresa. Por lo tanto, el tratamiento de la compensación del propietario debe abordarse en el acuerdo, excepto que se solicite la tasación de una empresa de terceros. Los tasadores de empresas normalmente se ajustan a los requisitos previos y a la compensación del propietario por fuera del mercado al momento de tasar una empresa.
Dada la posibilidad de terminar con un resultado no anticipado, es una buena idea consultar a un experto en tasaciones al definir la metodología de tasación de una empresa o el interés de un propietario en un contrato de compraventa o acuerdo similar.
Los contratos de compraventa y otros acuerdos similares utilizan términos de contabilidad y tasación que deben evaluarse minuciosamente para lograr el objetivo de dicho acuerdo. Por consiguiente, sería una buena idea contar con un contador o con un profesional de tasaciones empresariales, que esté familiarizado con las tasaciones de empresas, para que mire sus acuerdos y determine si hay problemas o términos imprecisos que requieran mayor clarificación o definición para garantizar el resultado deseado.
Le agradecemos a Scott E. Evans por aportar su conocimiento y experiencia, que fueron de gran ayuda en esta investigación.
Scott E. Evans, CPA, ABV, CFF, es director ejecutivo en J.S. Held, y se especializa en asesoría estratégica. Aporta su amplia experiencia en cálculo de daños económicos, contabilidad forense/malversación de fondos, derecho de familia, valoraciones de empresas, análisis de bancarrotas y solvencia, informes financieros fraudulentos, e investigaciones de negligencia contable relacionadas con registrantes y auditores de la SEC, análisis de disputas de precios de compra que surgen de la venta de un negocio, investigaciones realizadas para la Junta de Contabilidad del Estado de Arizona y auditorías realizadas según parámetros de auditoría generalmente aceptados. Ha realizado pericias relacionadas con daños y otros asuntos financieros en casos civiles y penales a nivel federal, estatal y de arbitraje.
Puede contactarse con Scott enviando un correo electrónico a [email protected] o llamando al +1 602 396 7434.
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