J.S. Held refuerza su práctica del Derecho de Familia con la adquisición de activos de Luttrell Wegis
LEER MÁSEl material de este documento es fruto de la investigación, recopilación y redacción de J.S. Held. Se publicó originalmente en The Microscope Journal.
El crecimiento de moho en las superficies indica que hay, o hubo, humedad en un ambiente interior. El examen microscópico directo lo realiza un micólogo y es el método principal para determinar si creció moho u otros hongos en una superficie en particular. Este sencillo análisis proporciona la respuesta importante a la pregunta de si hay presencia de moho. El crecimiento de moho se puede describir como la presencia de estructuras vegetativas (hifas o micelio) o sexuales (cuerpos fructíferos) con o sin esporas asociadas.
Una pregunta importante que los micólogos que trabajan con hongos de interior suelen escuchar de los higienistas industriales y otros profesionales de la industria de la calidad del aire en el interior es si es posible establecer el tiempo de crecimiento del moho en un ambiente interior. El conocimiento específico sobre la tasa de crecimiento de géneros o especies de moho permite estimar ese tiempo con bastante certeza científica.
En este artículo, se analiza la tasa de crecimiento de hongos en interiores y la posibilidad de estimar el tiempo de crecimiento a partir de una pérdida de agua. La siguiente información resultará de particular interés para higienistas industriales, ingenieros forenses, consultores de construcción y ajustadores de seguros.
Las condiciones para el crecimiento de moho en el exterior difieren significativamente de las del interior. El crecimiento de hongos al aire libre está sujeto a condiciones ambientales mucho más difíciles, como fluctuaciones extremas de temperatura, humedad y pH. Los hongos y mohos que crecen en interiores tienen un entorno más favorable para completar su ciclo de vida. Para que el moho crezca en interiores, se necesitan cuatro elementos estructurales: esporas de hongos, fuentes de alimento, humedad y tiempo. Si no pasa el tiempo suficiente, las colonias de hongos no se verán, aunque las otras tres condiciones sí se cumplan. Por eso, después de un episodio de humedad, es fundamental secar rápidamente las superficies húmedas para evitar el crecimiento de moho. El crecimiento del moho se da cuando las esporas entran en contacto con el agua libre y germinan. Técnicamente, la germinación de las esporas se considera el momento del crecimiento. Este proceso puede llevar horas, dependiendo de la especie particular de moho. Sin embargo, en esta etapa, el crecimiento en las superficies aún no es visible a simple vista. Este proceso ocurre a nivel microscópico. No es hasta días, o incluso semanas, después que se ven los resultados de la colonización de moho en las superficies (Figura 1).
Figura 1: diversas colonizaciones de moho en paneles de yeso.
Todos los organismos vivos tienen tasas de crecimiento, es decir, crecen con el tiempo, y los hongos no son la excepción. La tasa de crecimiento varía entre los grupos principales e, incluso, dentro de las especies en el reino Fungi (hongos). Para describir el crecimiento de hongos en medios de cultivo, los micólogos suelen proporcionar la tasa de crecimiento durante un tiempo determinado, el cual se mide para una especie particular en su entorno de cultivo más favorecedor. Condiciones menos óptimas en interiores, por ejemplo, de humedad, temperatura, competencia con otros hongos, ralentizan el crecimiento. El moho anaranjado, Chrysonilia sitophila, una especie altamente alergénica que se presenta con poca frecuencia en interiores, puede cubrir una placa de cultivo o madera húmeda en un plazo de 24 a 72 horas. Otro moho común, Trichoderma harzianum, y otras especies del género crecen con rapidez, aproximadamente 22.0 mm por día, y llegan a cubrir la totalidad de la placa de cultivo en un breve tiempo. Muy pocos estudios analizaron la tasa de crecimiento de moho en interiores sobre sustratos naturales como paneles de yeso o madera. Por ejemplo, Elansky et al., 2003 observaron el crecimiento de Stachybotrys chartarum en yeso y descubrieron que la tasa de crecimiento era aproximadamente 2.5 mm por día, ligeramente menor que en los medios de cultivo (es decir, alrededor de 3 mm) en condiciones óptimas de crecimiento. Se puede utilizar la tasa de crecimiento publicada en los estudios de cultivos micológicos disponibles, con un entorno óptimo de crecimiento controlado, y luego, aplicar la tasa de crecimiento medida para estimar la cantidad de crecimiento que coloniza las superficies interiores, que será una tasa de crecimiento en condiciones no óptimas y más lenta.
El moho común Stachybotrys chartarum, una especie hidrofílica (con una fuerte afinidad por el agua), tiene una tasa de crecimiento mucho más lenta que los mohos de crecimiento más rápido, alrededor de 2.5 mm por día en yeso o alrededor de 3.0 mm por día en cultivo. Otros mohos comunes, por ejemplo, las especies de Aspergillus, como A. versicolor y A. niger, tienen tasas de crecimiento de 9.0 mm y 12.0 mm por día, respectivamente. Especies comunes de interior de Penicillium como P. chrysogenum y P. brevicompactum tienen tasas de crecimiento de 6.5 mm y 4.0 mm por día, respectivamente. Otros mohos tardan más tiempo, unos 7 a 14 días, para esporular. Un ejemplo de este tipo de moho es Chaetomium globosum (Figura 2) y otras especies de este género. Esta especie tiene un crecimiento vegetativo de unos 70.0 mm en 7 días, pero necesita alrededor de 7 días más para la esporulación (producción de cuerpos fructíferos). Y por último, pero no por eso menos importante, la tasa de crecimiento del moho que más abunda: el Cladosporium. Especies comunes de interior de este género, como C. cladosporioides, C. sphaerospermum, C. halotolerans, C. allicinum y C. herbarum, tienen una tasa de crecimiento promedio de aproximadamente 28.0 mm en 7 días. Además, muchas especies dentro de Cladosporium tienen un amplio rango de tolerancia a la temperatura y crecen, tanto en temperaturas frías de refrigeradores como en áticos calurosos durante los meses de verano, lo que lo convierte en el moho más común en el entorno de construcciones.
Figura 2: medición del crecimiento de la colonia Chaetomium globosum en una placa de yeso.
Otros hongos que no se consideran "moho" tienen tasas de crecimiento mucho más complicadas, que llevan meses o, incluso, años. Por ejemplo, los basidiomicetos, que pudren la madera, no solo son capaces de crecer superficialmente (como la mayoría de los mohos), sino que también pueden penetrar profundamente en el tejido, causar pudrición en el material y comprometer la integridad estructural de la madera. Lo que primero da cuenta de la descomposición suele ser el mismo aspecto de la madera que, dependiendo de la especie, toma una forma "cúbica" (Figura 3), lo que ablanda tanto la madera que se la puede penetrar fácilmente con un cuchillo. El proceso de descomposición en sí puede llevar mucho más tiempo; meses y hasta años. Otros macrohongos, por ejemplo, los hongos saprofitos de interior como las especies Coprinus, también son el resultado de meses de crecimiento. No es raro encontrar crecimiento de estos hongos en interiores, donde hubo una exposición prolongada al agua. Otro macrohongo muy común es Peziza domiciliana, cuya presencia se registró en alfombras de interior y también en paneles de yeso (Figuras 4, 5). Desde el momento en que se forman los diminutos cuerpos fructíferos hasta los 14.0 mm de diámetro aproximadamente, pueden pasar de 30 a 35 días. Esta estimación conservadora se basa solo en la formación visible de cuerpos fructíferos y ni siquiera toma en consideración la cantidad de tiempo que lleva el desarrollo del crecimiento vegetativo subyacente, antes de la formación de los cuerpos fructíferos sexuales.
Figura 3: aspecto cúbico de la descomposición de la madera causada por un hongo de pudrición parda.
Figura 4 : crecimiento de los cuerpos fructíferos de Peziza domiciliana en diversas etapas de madurez.
Figura 5: cuerpos fructíferos de Peziza domiciliana en una etapa tardía de madurez sobre yeso.
Al conocer la tasa de crecimiento detallada, es posible estimar la cantidad de tiempo que les llevó a las colonias de moho alcanzar un cierto tamaño. En este tipo de análisis fúngico, no no se determina la edad del moho ni macrohongos. Es similar a dejar envejecer una planta de maíz seca utilizada para la decoración de Halloween. Si bien es posible saber cuánto tiempo tarda una planta de maíz en alcanzar la madurez (tasa de crecimiento) desde el momento en que se planta la semilla hasta el crecimiento completo; una vez seca, no podemos determinar si su edad es uno o 10 años. Del mismo modo, no se puede determinar la edad, al menos no con las técnicas científicas actuales, de un trozo de papel tapiz seco sobre el que crecen colonias de moho (Figura 6). Sin embargo, al medir el diámetro de las colonias, es posible estimar cuánto tiempo le habría llevado alcanzar ese diámetro. Se debe realizar una cuidadosa identificación y medición de todas las colonias de hongos que crecen en muestras a granel o en superficies en interiores. Por ejemplo, la tasa de crecimiento de Stachybotrys chartarum es de alrededor de 3.0 mm por día. Si la medida de la colonia en el panel de yeso de un cuarto de lavado es 76.0 mm (aproximadamente 3 pulgadas) de diámetro, S. chartarum habría tardado unos 25 días para alcanzar ese tamaño. Contrariamente a la creencia de que ese crecimiento podría ocurrir en un período corto, como durante un fin de semana largo o en el lapso de una semana después del descubrimiento de la pérdida, la realidad de que tarda un tiempo mucho más largo por su tasa de crecimiento biológico. El mismo concepto también aplica a otras tasas de crecimiento, siempre que se cuente con descripciones detalladas del crecimiento en la literatura científica. La determinación de la tasa de crecimiento de los hongos en interior es una estimación del tiempo de crecimiento, realizada con una certeza científica aceptable.
Figura 6: medición del crecimiento de la colonia Chaetomium elatum en yeso seco.
Es posible, basándose en la tasa de crecimiento de los hongos, estimar cuánto tiempo le llevaría a una especie de hongo alcanzar un cierto tamaño de colonia, en función del crecimiento radial en las superficies. Esta información es útil para calcular y estimar el tiempo de crecimiento a partir de la fecha de una pérdida y ayudar a los interesados a presentar o gestionar reclamaciones relacionadas. Si usted o su organización tienen dudas sobre el crecimiento de hongos después de una pérdida relacionada, asegúrese de consultar a especialistas con experiencia y conocimientos micológicos específicos.
Le agradecemos a nuestro colega, el Dr. Payam Fallah, por aportar sus conocimientos y experiencia, que fueron de gran ayuda en esta investigación.
El Dr. Payam Fallah es miembro técnico sénior (micología) en la práctica de Medio Ambiente, Salud y Seguridad de J.S. Held. Tiene más de 25 años de experiencia en micología y calidad del aire en el interior como consultor y experto en investigaciones por toda América del Norte y el Caribe. Ha evaluado casos vinculados con moho en edificios comerciales y residenciales, particularmente en relación con el crecimiento, aerosolización y exposición al moho, además de casos vinculados con el deterioro de la madera a causa de hongos que comprometen la integridad estructural de los materiales de edificación. El Dr. Fallah tiene un doctorado de la Universidad de Illinois y es profesor adjunto en McCrone Research Institute, donde da clases introductorias y avanzadas de calidad del aire en el interior. También es director del Laboratorio de Microanálisis de J.S. Held y consultor y experto en litigios por moho relacionados con problemas de calidad del aire en el interior, y trabaja en estrecha colaboración con ajustadores de compañías de seguros con respecto a reclamaciones por moho.
Comuníquese con el Dr. Fallah escribiéndole a [email protected] o llamando al +1 425 292 1565.
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