La ansiedad o una enfermedad mental antes de la fecha de una pérdida pueden tener un impacto profundo en la recuperación posterior a un accidente o lesión. De hecho, la ansiedad prolongada, la depresión y otros problemas de salud mental determinan en gran medida la forma en que una persona reacciona ante problemas médicos, lesiones y accidentes. Si bien es posible los problemas de salud mental preexistentes a la fecha de la pérdida (DOL) no hayan contribuido a la supuesta lesión, muy probablemente condicionen la reacción de la persona ante el evento o enfermedad.
La ansiedad subyacente puede aumentar o exacerbar los síntomas, lo que dificulta el tratamiento de las quejas subjetivas que, a su vez, pueden prolongar la recuperación posterior a la DOL. La ansiedad crónica puede tener graves consecuencias, tanto para la salud física como mental, independientemente de las lesiones.
Este documento examinará cuestiones específicas relacionadas con los efectos de problemas de salud mental preexistentes en la recuperación después de la DOL de un accidente o lesión. Las conclusiones pueden ser útiles para los abogados defensores y los ajustadores de reclamos que buscan mitigar el costo de un reclamo de manera justa para todas las partes, así como para los abogados de la parte demandante que pretenden una compensación justa para sus clientes.
La ansiedad prolongada puede hacer que el cerebro libere hormonas del estrés de manera regular. Esto puede aumentar la frecuencia de ciertos síntomas, como:
En el contexto de la ansiedad y los problemas de salud mental previos a la DOL, es importante determinar la magnitud del impacto de la ansiedad subyacente en la recuperación del individuo, o la falta de recuperación. Muchas quejas subjetivas informadas después de una lesión podrían estar relacionadas con la ansiedad y no con el evento en sí.
Es muy común encontrar personas con problemas psicológicos premórbidos que reciben un tratamiento excesivo y que manifiestan quejas subjetivas adicionales, a diferencia de un individuo que no tiene enfermedades subyacentes. Estas personas con problemas previos a menudo se concentran demasiado en sus síntomas, lo que no solo suele derivar en un aumento en la duración de la atención, sino también en el costo total del reclamo. Además, el dolor crónico, los dolores de cabeza y el estrés se suelen observar después de una lesión debido al estado premórbido y la capacidad de la persona de sobrellevar la situación.
Los abogados de la parte demandante por lo general tratan de relacionar los problemas psicológicos con la lesión. A veces prestan poca o ninguna atención a los problemas psicológicos subyacentes de quien reclama antes del evento, y si estos problemas podrían estar impulsando el reclamo.
Cuando se hacen acusaciones sobre la exacerbación de problemas psicológicos, es crucial que se comparen los medicamentos psicotrópicos recetados y cualquier terapia en curso antes y después de la DOL. Si quien reclama necesita menos medicamentos después de la lesión, esto podría ser una victoria potencial para el equipo defensor, ya que podrían argumentar que dicho reclamante no necesitó dosis más altas de medicamentos psicotrópicos. Además, el hecho de que no haya cambios en las visitas de terapia (es decir, en la frecuencia) o en los proveedores también pueden tomarse como que no hubo una exacerbación significativa de la condición del reclamante. Por lo tanto, en estas circunstancias se concluirá que la lesión no exacerbó los problemas psicológicos del reclamante.
Como saben tanto los abogados defensores como los demandantes, los jurados otorgarán daños monetarios considerables por daños emocionales causados por un accidente. Para aquellos demandantes que buscan compensación por angustia emocional posterior a la DOL, sus abogados deben comprender y adquirir los registros médicos de sus clientes y demás pruebas y medidas cuantificadoras de angustia emocional que puedan vincular el sufrimiento con el incidente.
La información puede provenir de una variedad de fuentes además de los registros médicos:
Al mismo tiempo, los abogados de los demandantes deben actuar con cautela en esta área. Al solicitar daños por angustia emocional, especialmente en altos niveles, pueden estar abriendo la puerta a que el abogado defensor solicite terapias anteriores y otros registros médicos, así como a un examen médico por un profesional independiente de sus clientes. Si bien no se puede cuantificar la angustia emocional, sí se pueden cuantificar muchos otros factores con una revisión y un análisis cuidadosos. Con eso en mente, los abogados de la parte demandante deben tomar medidas para proteger el derecho a la privacidad de sus clientes limitando el acceso que deben dar al historial de salud mental y física, de modo de revelar lo menos posible al abogado defensor.
Las condiciones psicológicas y psiquiátricas previas a la lesión pueden influir en los resultados posteriores a la lesión. Esté al tanto de las condiciones dentro del contexto del evento o lesión. Por ejemplo, pregunte si la lesión en sí fue estresante o podría considerarse estresante. Si es este el caso, las condiciones subyacentes pueden empeorar o exacerbar los resultados y el tratamiento relacionado.
En consecuencia, se deben seguir una serie de pasos:
Por último, según las circunstancias del caso, la ansiedad y el estrés pueden considerarse indemnizables. Los revisores y consultores de enfermería pueden ayudar a los abogados de ambas partes y a los ajustadores de reclamos a determinar el efecto de las condiciones premórbidas en la recuperación posterior a la DOL.
Le agradecemos a Kari Williamson por aportar su conocimiento y experiencia, que fueron de gran ayuda en esta investigación.
Kari Williamson está a cargo de los servicios de Consultoría en Enfermería y Control de Facturación Médica de J.S. Held. Con frecuencia, Kari es invitada a hablar y publicar como líder en el campo de la consultoría en enfermería con especialización médico-legal sobre temas emergentes de reclamos médico-legales y de seguros, como minería de datos, auditorías de facturas, revisiones médicas, asistencia médica interna y externa, educación en materia de reclamos y nuevas maneras de medir y mejorar los resultados. Escribe para diversas publicaciones jurídicas y de seguros nacionales y regionales, y suele hablar para firmas de abogados, grupos de seguros y otras organizaciones de la industria.
Puede comunicarse con Kari escribiendo a [email protected] o llamando al +1 615 398 5229.
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