Perspectivas

Guía para entender las elecciones en Turquía: Una votación muy reñida

El informe de riesgo global inaugural de J.S. Held examina los posibles riesgos y oportunidades comerciales en 2024

LEER MÁS cerrar Creado con Sketch.
Inicio·Perspectivas·Artículos

Introducción

El domingo 14 de mayo, los ciudadanos turcos votarán en las elecciones presidenciales y parlamentarias, que, se puede decir, serán la votación más relevante desde las primeras elecciones multipartidarias competitivas del país que tuvieron lugar en 1950.

La votación será el desafío electoral más importante para Recep Tayyip Erdogan, que ha gobernado el país en forma continua durante dos décadas, primero como primer ministro y desde 2014 como presidente. Su partido, el Partido de la Justicia y el Desarrollo ("AKP"), gobierna desde 2002.

A pesar de las encuestas de opinión que indican una ventaja muy estrecha del principal candidato de la oposición y líder del Partido Republicano del Pueblo ("CHP") Kemal Kilicdaroglu, creemos que la votación será muy reñida y que probablemente no haya ganadores en la primera vuelta de la elección presidencial, lo que dará lugar a una segunda vuelta entre Erdogan y Kilicdaroglu el 28 de mayo.

Presentamos una guía sobre la dinámica de las elecciones y cómo podría ser un gobierno posterior a Erdogan. La parte I es un resumen de los escenarios claves para la elección y la posible segunda vuelta. La parte II analiza con mayor detalle la dinámica de las elecciones y los actores claves.

Parte I: Escenarios electorales

Los activistas de la oposición están haciendo campaña por una rotunda victoria de Kilicdaroglu en la primera vuelta de las elecciones, lo que en nuestra opinión es poco probable. Sin embargo, la votación parece muy reñida en la segunda vuelta. Quienquiera que gane, creemos que a mediano plazo aumentarán los riesgos de inestabilidad social y de luchas políticas internas.

¿Las elecciones se desarrollarán de manera imparcial?

Como Erdogan y el AKP parecen estar en su momento más débil en dos décadas, una pregunta clave es si se mantendrá la integridad de la votación libre (aunque el proceso sea imparcial), y si podría producirse un traspaso pacífico del poder, en caso de que ganara la oposición.

En nuestra opinión, es probable que haya irregularidades el día de las elecciones, pero la escala y el impacto de estas son difíciles de predecir. De hecho, el intento del candidato del AKP, Binali Yildirim, de declarar la victoria en las elecciones a la alcaldía de Estambul de 2019, antes de que terminara el recuento, y la controvertida decisión del Consejo Electoral Supremo de anular la votación ante el pedido del APK han demostrado el grado de voluntad del partido gobernante de romper las reglas para asegurarse la victoria. Por otra parte, también demostró que esos intentos pueden desbaratarse mediante una organización y coordinación sólida de los partidos de la oposición y sus activistas.

Los partidos de la oposición, especialmente el CHP, insisten en que si bien el AKP puede recurrir a las tácticas sucias, están bien preparados para contrarrestar este accionar. Sin embargo, el partido ha puesto a cargo a Onursal Adiguzel, el mismo funcionario del partido que trabajó en una chapucera plataforma de monitoreo electoral en las elecciones generales de 2018. El partido dice haber movilizado a 500,000 activistas para garantizar la seguridad de la votación, pero hay pruebas anecdóticas de las redes sociales que sugieren que el partido puede estar teniendo dificultades para encontrar veedores, incluso en algunas de las ciudades más importantes.

Esto genera un desafío adicional para Kilicdaroglu, quien no solo debe ganarle a Erdogan, sino que debe ganar "de manera convincente". El ministro del Interior Suleyman Soylu ya se ha referido a las próximas elecciones del 14 de mayo como un "intento de golpe de Estado", mientras que el columnista y polemista Nagehan Alci advirtió que "ningún ciudadano respetará un resultado [tan reñido] como el del 50.2%".

El resultado, por lo tanto, probablemente sea ajustado. A continuación, presentamos nuestros escenarios claves:

Escenario 1: Ningún ganador en la primera vuelta, Erdogan gana en segunda vuelta

Este es uno de los escenarios más probables. Un escenario similar tuvo lugar en junio de 2015, cuando el AKP de Erdogan perdió su mayoría parlamentaria y no pudo formar gobierno (fue antes de la adopción de la presidencia ejecutiva). En tres meses de negociaciones, durante los cuales no se pudo constituir un gobierno, hubo un aumento significativo de la violencia en el sudeste del país en enfrentamientos entre las fuerzas armadas y militantes kurdos (ambas partes se culpan mutuamente de la escalada). Tras meses de inestabilidad y deterioro de la situación de seguridad, el AKP recuperó su mayoría parlamentaria en la repetición de las elecciones en noviembre de 2015.

Sobre la base de este ejemplo, muchas figuras importantes de la oposición hacen referencia a los temores de que se dé una situación similar en las dos semanas previas a la segunda vuelta de elecciones presidenciales. En nuestra opinión, esto es plausible y podría haber un aumento similar de los enfrentamientos con militantes kurdos o un nuevo operativo militar en el norte de Siria. Sin embargo, la ventana para la "agitación" es relativamente corta y no hay garantía de que el deterioro de la seguridad en medio de la crisis económica empuje automáticamente a los votantes a elegir al presidente en ejercicio como lo hizo en el pasado.

En este escenario, se espera lo siguiente:

  • Dos semanas caóticas, incluido el riesgo de violencia política contra figuras de alto perfil
  • Vuelta al statu quo
  • Inestabilidad social a largo plazo, dado que aproximadamente la mitad de la confianza del país en el sistema electoral disminuiría
  • Continuidad de una política económica errática orientada al crecimiento a toda costa, pero con un leve retorno a la ortodoxia en ciertas áreas una vez que ceda la presión electoral
  • Ningún cambio significativo en la postura y las relaciones diplomáticas de Turquía si la victoria de Erdogan es finalmente vista como legítima

Escenario 2: Kilidaroglu gana en segunda vuelta, Erdogan reconoce la derrota

Este es también uno de los escenarios más probables. Erdogan podría reconocer la derrota, con la esperanza de aprovechar la inestabilidad inherente de la coalición que allanaría el camino para su regreso al poder

En este escenario, se espera lo siguiente:

  • Mejora inmediata de las libertades individuales
  • Impulso de la imagen del país, tanto desde el punto de vista diplomático como de posible destino de inversiones
  • Reorientación de la política económica hacia la ortodoxia
  • Luchas internas de la coalición en el mediano plazo y posibles elecciones anticipadas

Escenario 3: Kilidaroglu gana en segunda vuelta, Erdogan se niega a reconocer la derrota

Erdogan podría rechazar los resultados y elegir escalar la situación, que es el escenario que más le preocupa a los partidos de la oposición. Se trata del escenario que genera más incertidumbre. Los acontecimientos serían difíciles de predecir en esta situación, pero no podemos descartar el riesgo de protestas en todo el país y de violencia política generalizada.

En este escenario, se espera lo siguiente:

  • Protestas callejeras en todo el país
  • Lucha prolongada por el poder entre dos alas
  • Riesgo de sanciones internacionales contra Erdogan dependiendo del nivel de escalada

Escenario 4: Kilidaroglu gana cómodamente en primera vuelta

Este es el escenario ideal para la oposición y el que podría ser más pacífico. Sin embargo, es uno de los menos probables. El resultado sería similar al del escenario 2 indicado arriba.

En este escenario, se espera lo siguiente:

  • Poca o ninguna agitación
  • Mejora inmediata de las libertades individuales
  • Impulso de la imagen del país, tanto desde el punto de vista diplomático como de posible destino de inversiones
  • Reorientación de la política económica hacia la ortodoxia
  • Luchas internas de la coalición en el mediano plazo y posibles elecciones anticipadas

Escenario 5: Erdogan da el batacazo y gana cómodamente en primera vuelta

Esta sería una sorpresa en el resultado dada la situación actual, pero, no obstante, no imposible.

En este escenario, se espera lo siguiente:

  • "Statu quo peligroso": aparente estabilidad en el corto plazo, pero mayor riesgo de inestabilidad en el largo plazo, dado que los problemas económicos persistirán y la oposición estará ahora convencida de que Erdogan no podrá ser apartado del poder mediante el voto en las urnas
  • Continuidad de una política económica errática orientada al crecimiento a toda costa, pero con un leve retorno a la ortodoxia en ciertas áreas una vez que ceda la presión electoral
  • Ningún cambio significativo en la postura y las relaciones diplomáticas de Turquía si la victoria de Erdogan es finalmente vista como legítima

Parte II: Introducción a la política turca

El ascenso de Erdogan y del AKP

Erdogan y el AKP llegaron al poder gracias al auge económico de la década de 2000. El PBI per cápita saltó de USD 4,700 en 2003 a USD 12,500 en 2013. Un breve período de mejoras percibidas en las libertades civiles en medio de las conversaciones de adhesión a la UE y las reformas que las acompañaban (cuando en realidad, la democracia turca se estancó y, luego, se deterioró según la mayoría de las métricas durante todo el período del AKP) y una oposición muy fracturada también contribuyeron al éxito inicial de Erdogan.

A medida que el auge económico menguaba, las tendencias autocráticas de Erdogan se hicieron cada vez más visibles y su supervivencia -y la de su partido- dependían de un control cada vez más estricto del aparato del Estado y de la supresión del disentimiento.

Muchos oficiales del Ejército, activistas de la oposición y periodistas han sido condenados a prisión en juicios que son una farsa, sobre la base de pruebas que más tarde se demostró que habían sido falsificadas. La violenta represión de las protestas ambientales del Parque Gezi en 2013 marcó un punto de inflexión, que coincidió además con la ruptura de Erdogan con su aliado convertido en enemigo, Fethullah Gulen, un clérigo islámico que vive autoexiliado en los EE. UU. La lucha por el poder entre los seguidores de Erdogan y de Gulen dio lugar a amplias purgas de simpatizantes de Gulen, que culminaron en un intento de golpe de Estado contra Erdogan en 2016. Más de 125,000 servidores públicos fueron despedidos en las purgas posteriores al golpe desde enero de 2017, según datos recopilados por una comisión parlamentaria.

Erdogan utilizó el intento fallido de golpe de Estado como una oportunidad para ampliar significativamente sus facultades formales mediante un referéndum constitucional en 2017, que introdujo una presidencia ejecutiva que otorgó al presidente amplias facultades, y reemplazó así el antiguo sistema parlamentario de Turquía. En el proceso, Erdogan forjó una alianza con el ultranacionalista Partido de Acción Nacionalista ("MHP"). Los dos partidos permanecen aliados hasta el día de hoy y se promocionan como la Alianza del Pueblo (se les unieron el Partido de la Gran Unidad, un grupo nacionalista islámico de los márgenes, y otros partidos más pequeños que se han sumado desde entonces).

La oposición turca: Los años salvajes

Para el momento de las elecciones presidenciales y parlamentarias de 2018, el público comenzaba a sentir los problemas económicos. El PIB per cápita había alcanzado su máximo (en USD) en 2013, mientras que la inversión directa extranjera nunca se recuperó del pico de 2006-2008 de alrededor de USD 20 mil millones por año. 2018 también fue el año en que la depreciación de la lira comenzó a acelerarse. La moneda turca cotizaba a 3.80 TRY por dólar estadounidense a principios de 2018; para finales de año lo hacía a 5.30 TRY. Tras varios episodios de caótica caída libre, la lira cotiza actualmente a TRY 19.50 por dólar.

Volviendo a 2018, los partidos opositores tenían la esperanza de que, sumado a los debilitamientos de los derechos y a la represión del disentimiento, el sufrimiento económico fuera suficiente para convencer a los votantes de ponerse en contra de Erdogan y del AKP. Este resultó ser un grave error de cálculo.

El CHP postuló a Muharrem Ince, activista agitador del partido y miembro del Parlamento. También formó una alianza a nivel de las elecciones parlamentarias con el grupo disidente del MHP anti-Erdogan dirigido por Meral Aksener bajo el estandarte del recientemente formado Buen Partido ("Iyi"), aunque Aksener se mantuvo separada como candidata presidencial. Esto marcó el inicio de la Alianza por la Nación, que se enfrenta a Erdogan en las elecciones del domingo. Al Iyi y al CHP se les unió el Partido de la Felicidad ("SP"), un minúsculo partido islamista que rechazaba el sistema presidencialista y el gobierno autoritario de Erdogan.

Erdogan ganó cómodamente y consiguió la presidencia en la primera vuelta de la votación con más del 52% de los votos. Ince quedó atrás con apenas un poco más del 30%, mientras que Aksener consiguió el 7.3%. Selahattin Demirtas, líder encarcelado del Partido Democrático de los Pueblos ("HDP") -compuesto por nacionalistas kurdos e izquierdistas urbanos- quedó tercero con el 8.4% de los votos. El AKP y el MHP conservaron su mayoría parlamentaria también.

El triunfo aplastante expuso no solo la confianza equivocada de los partidos opositores, sino también falencias organizativas. Bajo el liderazgo del CHP, los partidos de la oposición y grupos de la sociedad civil habían formado la Plataforma para las Elecciones Justas con el fin de minimizar el riesgo de fraude y manipulación electoral, mediante la supervisión independiente de los resultados electorales. El sistema electrónico concebido por la organización colapsó en la primera hora del recuento.

Mientras tanto, Ince, que a primera hora de la tarde había estado pidiendo a los activistas que no abandonaran los puestos de recuento, se mantuvo en completo silencio y sin comunicarse con nadie durante horas. Finalmente, pasada la medianoche, le envió un mensaje a un periodista prooposición reconociendo la derrota con una sola línea que decía "el hombre [Erdogan] ha ganado".

El resurgimiento de la oposición

Hay señales de que los partidos de la oposición han aprendido de algunos de sus errores pasados. En las elecciones municipales de marzo de 2019, el CHP y el Iyi postularon candidatos conjuntos en la mayoría de los pueblos y ciudades importantes, mientras que el HDP prestó apoyo tácito al no presentar candidatos en algunos de esos distritos. El resultado fue un gran revés para la Alianza del Pueblo. El AKP perdió las alcaldías de Estambul y Ankara y sufrió la derrota en muchas otras grandes ciudades. Los resultados catapultaron a los recientemente electos alcaldes de Estambul y Ankara, Ekrem Imamoglu y Mansur Yavas, a la fama en todo el país.

Esto provocó que el Consejo Electoral Supremo adoptara la decisión sin precedentes y ampliamente criticada de anular la parte de las elecciones de Estambul correspondiente a la alcaldía, pero no los concejales electos en la misma votación. En lugar de boicotear las elecciones, los partidos de la oposición rechazaron la legitimidad de la decisión, pero aceptaron volver a celebrar las elecciones, en las que Imamoglu convirtió su ajustada victoria por 25,000 votos en un triunfo aplastante con una ventaja de 800,000 votos.

Alianzas, luchas internas y concesiones

Con la esperanza de replicar su éxito, el CHP, el Iyi y el SP una vez más enfrentan las elecciones juntos bajo el estandarte de la Alianza por la Nación. Para ampliar su atractivo entre el electorado conservador religioso, tradicionalmente votante del AKP, la Alianza por la Nación amplió la coalición al recientemente formado Partido del Futuro ("GP"), y al Partido Democracia y Progreso ("Deva"), ambos dirigidos por exaliados de Erdogan y pesos pesados del AKP: el GP por el ex primer ministro Ahmet Davutoglu y Deva por el exzar de la economía Ali Babacan. El Partido Demócrata ("DP"), un pequeño partido de centro derecha, es el sexto miembro de la coalición de la oposición (también conocida como la Mesa de los Seis).

Sin embargo, la ampliación de la coalición podría no traducirse automáticamente en votos adicionales para la Alianza por la Nación. En lugar de presentar sus propios candidatos, el GP, el Deva, el DP y el SP participarán en la boleta del CHP, mientras que el Iyi postulará a sus propios candidatos. Hasta la decisión de unirse a las listas del CHP, los cuatro partidos más pequeños habían obtenido en conjunto alrededor del 2-4% de los votos: los votos del SP rondan el 1%, el Deva y el GP obtenían 0.5-2% cada uno, mientras que el porcentaje de votos del DP es demasiado bajo para aparecer sistemáticamente en las encuestas de opinión.

Al unir fuerzas con antiguas figuras del AKP y políticos islamistas, el CHP corre el riesgo de alienar a algunos de sus propios votantes. Tras las negociaciones, los cuatro partidos pequeños de derecha serán representados a través de 71 candidatos del CHP, aproximadamente 30 de estos en sedes donde el CHP ganó en elecciones anteriores. Los líderes de cada partido de la alianza probablemente se conviertan en vicepresidente (no hay límite para la cantidad de vicepresidentes). Esto es significativamente más de lo que los partidos más pequeños podrían esperar lograr si se hubieran presentado con sus propios emblemas.

Algunos de los nombres propuestos por el Deva y el GP son también muy controvertidos para el electorado del CHP (y del Iyi). Por ejemplo, el alto dirigente del Deva, Sadullah Ergin, es candidato en una sede muy segura del CHP en Ankara. Ergin era ministro de Justicia cuando se produjeron las protestas del parque Gezi y continuó siendo miembro del AKP hasta 2019, habiendo participado de cenas de campaña antes del referéndum que introdujo la presidencia ejecutiva de Erdogan, en 2017. La candidatura de Ergin generó muchas críticas, pero el CHP y el Deva se rehusaron a ceder.

Las luchas internas y las generosas concesiones hechas por el CHP a los partidos más pequeños han creado un vacío dentro del segmento nacionalista secular del bloque opositor y, naturalmente, los candidatos buscan llenarlo.

Ince, el excandidato presidencial derrotado que se separó del CHP para formar su propio partido en 2021, fue una de esas figuras. Había estado obteniendo menos del 1% hasta 2022. Sin embargo, experimentó un aumento de popularidad, tras el enuncio de la candidatura de Kilicdaroglu, y su partido llegó brevemente al 3-4% en algunas encuestas de opinión. Sinan Ogan, exmiembro del parlamento por el MHP, es el cuarto candidato presidencial; representa a la Alianza ATA, contra la inmigración, que actualmente obtiene el 1-2%.

En un giro de último minuto, Ince anunció hoy (jueves) que se retira de la carrera por la presidencia, pero que su partido de todos modos se presentará en las elecciones parlamentarias. El retiro de Ince ayudará a Kilicdaroglu.

Kemal Kilicdaroglu: ¿el candidato para vencer a Erdogan?

Dadas las significativas concesiones electorales, la inclusión de las antiguas figuras del AKP parece haber estado motivada principalmente por el deseo del líder del CHP, Kilicdaroglu, de justificar su candidatura, ya que probablemente no habría podido conseguirlo mediante negociaciones con la líder del Iyi, Aksener, sola, ya que ésta ha defendido durante mucho tiempo la candidatura de cualquiera de los dos alcaldes.

De hecho, la elección del candidato presidencial ha sido un importante generador de tensión dentro de la alianza opositora. En lugar de anunciar a su candidato y ponerse en pie de campaña el año pasado, la Alianza por la Nación esperó hasta principios de marzo para anunciar a Kilicdaroglu como su candidato. Kilicdaroglu, bajo cuya dirigencia el CHP perdió cuatro elecciones generales y tuvo dificultades para obtener más del 25% de los votos, se había ubicado sistemáticamente detrás de Imamoglu y Yavas en las encuestas de opinión como el candidato más probable para ganar contra Erdogan.

Este desacuerdo sobre el candidato fue tan profundo que Aksener se retiró brevemente de la Alianza por la Nación, antes del anuncio oficial de Kilicdaroglu como candidato de la oposición, pero volvió al redil tres días después a cambio de que Imamoglu y Yavas fueran vicepresidentes también. La alteración y la retractación inmediata parecen haber dañado al Iyi, que sufrió una caída de 3-4 puntos porcentuales en las encuestas de opinión.

Un importante impulso para la candidatura de Kilicdaroglu provino del HDP, que se presenta bajo el recientemente formado Partido de la Izquierda Verde ("YSP") - como medida preventiva contra el posible cierre del HDP antes de las elecciones- y en una coalición con una serie de partidos de izquierda más pequeños. La Alianza Trabajo y Libertad liderada por el HDP y el YSP decidió no presentar su propio candidato y apoyar a Kilicdaroglu en las elecciones presidenciales, en las que disputa solo escaños en el Parlamento. El bloque cuenta con un 10-13% de los votos.

Erdogan y el AKP ahora parecen débiles

A pesar de que la oposición no logró unirse completamente detrás de un solo candidato, la victoria de Erdogan dista de estar asegurada. Tras dos décadas en el poder, le resulta difícil desviar la culpa de los problemas económicos del país, que han empeorado progresivamente desde 2018.

Las políticas económicas poco ortodoxas de Erdogan dieron por resultado el colapso de la lira y una inflación fuera de control. Erdogan insiste en que las tasas de interés más altas generan inflación (en lugar de bajarla) y ha prometido en reiteradas oportunidades bajar las tasas, sin siquiera hablar de boca para afuera de la independencia nominal del banco central.

Como el banco central recortó continuamente las tasas de interés, la inflación alcanzó el 85% interanual en noviembre de 2022, y se ralentizó gradualmente hasta alcanzar el 45% en abril de este año, según datos oficiales (las cifras independientes son mucho más elevadas).

Mientras tanto, la lira ha estado experimentando una caída precipitosa frente a todas las principales divisas. La moneda turca perdió el 29% de su valor frente al dólar en 2018, seguida de otras caídas del 11% y del 24% en 2019 y 2020. Volvió a desplomarse en 2021 y 2022, perdiendo el 44% y el 30% de su valor frente al dólar. La moneda se ha mantenido prácticamente estable desde el verano pasado, pero los analistas financieros creen que el banco central ha estado consumiendo sus reservas (ya en negativo neto) para evitar nuevas caídas antes de las elecciones. El mes pasado, el banco central les pidió informalmente a los prestamistas privados que limitaran sus compras de divisas para frenar la demanda.

El devastador terremoto que arrasó muchos pueblos y ciudades en el sudeste de Turquía y dejó un saldo de más de 50,000 muertos ha contribuido a los infortunios de Erdogan, en medio de acusaciones generalizadas de mal manejo de la crisis. Estimaciones del gobierno y de la ONU sitúan el costo de los daños por encima de los USD 100 mil millones, lo que exacerbará aún más los problemas económicos del país. Si bien es difícil saber qué porcentaje de culpa atribuirán las víctimas del desastre (entre ellas más de 3 millones de desplazados) a Erdogan y su gobierno, el enorme nivel de destrucción sin dudas tendrá algunas implicancias políticas.

Erdogan es plenamente consciente de los desafíos que lo aguardan en su reelección, ya que, por primera vez, las encuestas de opinión lo ubican sistemáticamente por detrás de su rival, Kilicdaroglu. Erdogan está en pie de elecciones desde el año pasado, y ha anunciado una serie de medidas tendientes a mitigar el impacto económico sobre el electorado. Las mismas incluyen:

  • Una nueva campaña de viviendas sociales, a la que calificó como la mayor de su tipo en la historia de la república
  • Un mes de gas gratis para todos los hogares
  • Un aumento del salario mínimo del 30% en julio de 2022, seguido de otro aumento del 55% en diciembre de 2022 y un aumento de sueldo del 45% para los trabajadores del sector público anunciado esta semana
  • Diversos planes de condonación de deuda para préstamos estudiantiles y personales
  • Exoneración temporal de impuestos para agricultores y pymes empleadoras
  • Flexibilización de normas para la elegibilidad para las pensiones

En términos de alianzas electorales, las opciones de Erdogan son un tanto limitadas, aunque sí intentó ampliar el bloque. En particular, el Partido Causa Libre, un grupo islamista kurdo muy vinculado al Hizbulá kurdo, se unió formalmente a la Alianza del Pueblo en marzo, anunciando que sus candidatos se presentarán bajo la boleta del AKP. El Hizbulá kurdo es un grupo islamista radical violento (designado como organización terrorista por Turquía), que estuvo activo en las décadas de 1980 y 1990, responsable del asesinato de muchos activistas. Como otro gesto de buena voluntad, Erdogan otorgó el indulto presidencial por motivos compasivos a Mehmet Emin Alpsoy, un destacado verdugo de Hizbulá que cumplía cadena perpetua por torturar y asesinar a tres personas.

¿Cómo sería el nuevo gobierno?

Si bien muchos de los problemas económicos del país persistirán, un triunfo de la oposición podría facilitar una corrección de la política que regrese a la ortodoxia económica. Kilicdaroglu prometió restablecer la independencia del banco central y aliviar algunas de las cargas de endeudamiento del gobierno convirtiendo a la moneda local generosas garantías de pago denominadas en moneda extranjera proporcionadas a contratistas de grandes proyectos de infraestructura (a menudo con vínculos inapropiados con el AKP). También prometió establecer una comisión parlamentaria para investigar la corrupción a gran escala y establecer un organismo dedicado a repatriar los activos ilícitos del exterior, dentro de sus primeros 100 días en el cargo.

Se especula ampliamente con la posibilidad de que Bilge Yilmaz, miembro del Iyi, sea el candidato más probable para ocupar el máximo cargo económico en el gabinete de coalición. Yilmaz es un respetado economista que estudió en Princeton y profesor en la escuela de negocios Wharton. Una designación de este tipo sería un paso positivo para recuperar la credibilidad de los responsables de políticas tanto entre los inversores nacionales como internacionales.

No prevemos ningún cambio estructural importante en la política exterior, de darse una victoria de Kilicdaroglu. Turquía mantendrá su equilibro entre Rusia y Occidente, dado que ambos continúan siendo importantes socios económicos del país. Sin embargo, el estilo de diplomacia personalizado de Erdogan probablemente sea reemplazado por un modelo más institucional, en el que Kilicdaroglu abandone la mayor parte de la retórica beligerante hacia la UE. Dicho esto, el acuerdo migratorio entre Turquía y la UE es una posible fuente de fricción y Kilicdaroglu podría intentar renegociarlo, dado que lo ha criticado en reiteradas oportunidades, al referirse a él como el soborno de la UE a un líder autocrático para eximirse de sus responsabilidades en materia de derechos humanos y convertir a Turquía en una "zona de filtro" y en el "campo de refugiados de Europa". El sentimiento antirrefugiados ha ido en aumento en Turquía, y abordar esta cuestión en los discursos ha contribuido a impulsar la popularidad de Kilicdaroglu.

Un área de mejora inmediata tras un triunfo de la oposición serían los derechos personales y la libertad de los medios de comunicación. La alianza opositora ha prometido cumplir con los fallos del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y liberar a líderes políticos, activistas y periodistas encarcelados, incluidas figuras de alto perfil como el líder del HDP Demirtas y el filántropo liberal Osman Kavala. También se retirarían miles de demandas contra ciudadanos por insultar al presidente y otros funcionarios de gobierno. También es plausible una notable mejora en las libertades de los medios de comunicación en el corto plazo.

En cualquier escenario que involucre un triunfo de Kilicdaroglu, el mayor y más inmediato desafío político para el gobierno de coalición será asegurar su estabilidad. Si bien todas las coaliciones son, por su naturaleza, inestables hasta cierto punto, la coalición de seis de Turquía contiene un número inusualmente elevado de partidos. Además, los partidos más pequeños estarán significativamente sobrerrepresentados por encima de su cuota de votos (que ni siquiera se medirá, ya que sus candidatos serán elegidos de las listas del CHP), lo que les otorgará un considerable poder de negociación. Continúa existiendo el riesgo de que Erdogan consiga atraer a las antiguas figuras del AKP de vuelta a su partido, con la esperanza de debilitar al gobierno de coalición y, en el mejor escenario, dar lugar a elecciones anticipadas.

Reconocimientos

Le agradecemos a Alp Coker por aportar su conocimiento y experiencia, que fueron de gran ayuda en esta investigación.

Alp Coker es director de la práctica de Investigaciones Globales de J.S. Held. Alp asesora a clientes en Turquía, el Cáucaso y el África subsahariana, brindándoles una visión crítica del nexo entre la política y los negocios, con un énfasis en cómo estos factores impactan directamente en las estrategias comerciales de los inversores y las operaciones en curso. Alp tiene experiencia específica en el sector extractivo, brindando a los clientes en entornos hostiles inteligencia y apoyo investigativo sobre "riesgos sobre el terreno".

Alp can be reached at [email protected] o llamando al +44 20 7629 9299.

Encuentre su experto.

Esta publicación es solo para fines educativos y de información general. Puede contener errores y se proporciona tal cual. No tiene el propósito de brindar asesoramiento específico, legal o de otro tipo. Las opiniones y los puntos de vista no son necesariamente los de J.S. Held o sus afiliados, y no debe asumirse que J.S. Held se suscribe a cualquier método, interpretación o análisis en particular simplemente porque aparece en esta publicación. Negamos cualquier representación y/o garantía con respecto a la exactitud, puntualidad, calidad o aplicabilidad de cualquiera de los contenidos. Usted no debe actuar, o dejar de actuar, en función de esta publicación, y renunciamos a toda responsabilidad con respecto a tales acciones o falta de acción. No asumimos ninguna responsabilidad por la información contenida en esta publicación y rechazamos cualquier responsabilidad o daño con respecto a dicha información. Esta publicación no sustituye el asesoramiento legal competente. El contenido del presente documento puede ser actualizado o modificado de otro modo sin previo aviso.

Usted también podría estar interesado en
Perspectivas

Perspectivas de inteligencia global de J.S. Held: novedades de la elección en Kazajistán

En este artículo se examina la posibilidad de que Kasim-Yomart Tokáyev se comprometa profundamente con una agenda de reforma económica que podría provocar más malestar social en Kazajistán y cómo continuará consolidando su poder. Los autores también analizan…

 
PERSPECTIVAS DE LA INDUSTRIA
Manténgase al día con las últimas investigaciones y anuncios de nuestro equipo.
Nuestros expertos