Perspectivas
La elección presidencial anticipada del 20 de noviembre en Kazajistán resultó en una victoria arrolladora para el presidente en oficio Kasim-Yomart Tokáyev, que obtuvo el 81.3 % de los votos. En línea con los recientes cambios constitucionales, se espera que se mantenga en el poder hasta 2029, sin nuevas elecciones anticipadas ni la improbable decisión de dar un paso al costado como lo hizo su predecesor Nursultán Nazarbáyev en 2019. Esto debería reducir los riesgos de cambios desestabilizadores en el poder en el ínterin.
El contexto de esta votación contrasta fuertemente con el de la elección de 2019, después de la cual Nazarbáyev se mantuvo como el mandamás del país, hasta los eventos sucedidos en el llamado "enero sangriento" durante los primeros días de 2022, cuando protestas desestabilizadoras, y en algunos casos violentas, sacudieron al país. Las causas fueron complejas, desde protestas genuinas contra el aumento de los precios del gas licuado de petróleo (GLP), hasta un intento de golpe de estado por parte de los aliados de Nazarbáyev, que no estaban contentos con el cambio de mando. En respuesta, Tokáyev tomó medidas severas no solo contra los manifestantes, sino también contra los aliados y familiares de Nazarbáyev, a quienes responsabilizó, arrestó y despojó de activos y puestos clave en la economía.
En este artículo se examina la posibilidad de que Tokáyev se comprometa profundamente con una agenda de reforma económica que podría provocar más malestar social y cómo continuará consolidando su poder. Los autores también analizan el significado de sus políticas para la comunidad empresarial mientras busca equilibrar una mayor inversión extranjera de Occidente con las relaciones comerciales y diplomáticas actuales de su país con China y Rusia.
En lugar de lanzar una purga, Tokáyev adoptó un enfoque variado para dejar sin poder a la élite anterior. Para tomar a la industria energética como ejemplo: uno de los yernos de Nazarbáyev parece haber sido desplazado de este sector después de los eventos de enero. Sin embargo, otros familiares han mantenido una influencia significativa en la industria.
Esta reelección consolida el poder de Tokáyev. También es una oportunidad para que él y sus aliados sigan atacando a las personas con intereses adquiridos en Kazajistán que, desde su perspectiva, se mantienen leales a Nazarbáyev o amenazan su autoridad de alguna otra manera. Veremos la transferencia continua de activos clave seleccionados en manos de la élite de la época de Nazarbáyev hacia aliados de Tokáyev y más figuras neutrales.
El tratamiento futuro de los intereses comerciales arraigados en la época de Nazarbáyev será una importante señal de la dirección política. La forma en la que los activos incautados se redistribuyan (el grado en que vayan hacia aliados de Tokáyev o se nacionalicen y se utilicen para complementar los fondos públicos) será un indicador de las prioridades en política económica. Estas decisiones también serán clave para determinar el grado de satisfacción popular. Tokáyev deberá convencer a la población de que los fondos conseguidos en la "repatriación de los activos" realizada como parte de las medidas severas contra la oligarquía mejorarán significativamente la calidad de vida y generarán una reducción genuina de la injusticia económica.
Al igual que el resto del mundo, Kazajistán está pasando por una crisis en el costo de vida. Según las estimaciones del propio gobierno de Kazajistán, la inflación al consumidor alcanzó el 18.8 % en términos interanuales en octubre, la cual es bastante más alta que el rango objetivo del Banco Nacional de Kazajistán de entre 4 % y 6 %. Esto implica una tensión financiera increíble para el ciudadano kazajo medio, ya que los ya bajos salarios promedio no subieron al compás de los aumentos de precios en términos reales.
En 2023, Tokáyev deberá tomar decisiones importantes en cuanto a la dirección y el alcance de las reformas económicas, que han sido una parte determinante de su imagen "reformadora". Esto implicará una difícil tarea de equilibrista: la quita del tope de precio del GPL fue uno de los catalizadores de los disturbios de enero y Tokáyev, en respuesta, tuvo que volver a instaurar este tope de precio inmediatamente. Este instinto para evitar volver a caer en lo mismo podría poner en peligro las reformas económicas futuras (y el crecimiento) en nombre de prevenir esa clase de disturbios.
Tokáyev es conocido por ser cauteloso y considerar cuidadosamente la estrategia y los resultados potenciales antes de tomar decisiones. Los paquetes de reforma económica radicales conllevan el riesgo de resultar en dificultades económicas para la población de un país. Tokáyev intentará determinar el "punto de inflexión" para la población kazaja, el límite hasta donde se pueden implementar las reformas y tener una reacción manejable.
Anticipamos que habrá experimentos de políticas económicas de pequeña escala para lograr objetivos de reforma mientras se mitiga el impacto sobre la población kazaja y cualquier reacción resultante. Las condiciones económicas podrían seguir empeorando y la percepción pública sobre el grado de deterioro determinará la posibilidad de disturbios potenciales. Creemos que el apoyo a Tokáyev se desgastará con el paso del tiempo y que no tendrá una caída repentina ni habrá un malestar masivo, mientras lucha para poner en práctica las promesas de reforma que hizo a principios de año.
El gobierno de Tokáyev avanza con nuevas relaciones comerciales y sigue buscando inversiones extranjeras, en particular de Occidente, Japón y Corea del Sur. El Gobierno kazajo ha firmado acuerdos con más de 40 empresas extranjeras que están reubicando sus operaciones rusas, en sectores de minería, energía y manufactura.
Tokáyev ha sido muy cauteloso desde la invasión de Rusia a Ucrania en febrero. Si bien ha continuado con la política tradicional de Kazajistán equilibrando sus relaciones con el presidente ruso Vladimir Putin, el líder chino Xi Jinping y Occidente, ha tomado pasos sin precedentes para distanciarse de Rusia; incluso se negó a reconocer la anexión de cuatro provincias ucranianas declarada por Moscú.
China ha sido un prestamista confiable para Kazajistán durante las últimas dos décadas: el gobierno kazajo y varias empresas públicas en conjunto deben el equivalente al 16 % del PIB de Kazajistán en préstamos chinos. Tokáyev se inclina por mantener buenas relaciones con Xi, pero obviamente quiere evitar tener una dependencia excesiva. A finales de 2019, no mucho después de que Tokáyev asumiera su cargo, el gobierno kazajo suspendió un financiamiento para infraestructura otorgado por China para un sistema de tren ligero, culpando a la carga financiera de los reembolsos. Tokáyev probablemente intentará diversificar sus fuentes de financiación extranjera para los futuros grandes proyectos de infraestructura y diversificar sus socios comerciales para reducir la dependencia de China y Rusia.
Si bien las relaciones diplomáticas con Rusia se enfrían más día a día, no hay signos de que Kazajistán se desconectará activamente de Rusia en el aspecto económico. Tokáyev se ha pronunciado públicamente en apoyo a la soberanía nacional de Ucrania en numerosas ocasiones y los funcionarios kazajos han informado que Kazajistán cooperará con los países occidentales para evitar incurrir en sanciones secundarias. Tokáyev, sin embargo, mantiene sus relaciones económicas y comerciales con Rusia, compartimentando la geopolítica y el comercio para apaciguar a Putin por su falta de apoyo diplomático.
Históricamente, el gobierno kazajo ha sido considerablemente exitoso en evitar los conflictos entre los grupos étnicos. Sin embargo, enfatizamos la posibilidad de tensiones étnicas futuras entre rusos y kazajos en Kazajistán, ya que los kazajos sienten el efecto de la llegada de rusos que escapan de la movilización militar, que implica un aumento en los precios de las viviendas. Los cambios recientes del gobierno de Tokáyev para requerir el conocimiento de la lengua kazaja para obtener la ciudadanía también pueden aumentar las tensiones en una sociedad que es en la práctica bilingüe.
Creemos que no es inminente que haya disturbios del nivel de los de enero de 2022. Sin embargo, es imperativo que los inversores extranjeros sigan controlando los indicadores para detectar la aparición de riesgos elevados y factores que los influencien, como planes para implementar políticas fiscales y económicas impopulares. Mientras tanto, el nivel de reacción por parte de las personas con intereses adquiridos contra Tokáyev mientras él continúa tomando medidas severas contra los oligarcas será un indicador de su habilidad para consolidar su poder, con fuertes implicancias en la estabilidad del país y en su ambiente de negocios.
Le agradecemos a Chris Tooke y Frances Lee-Forbes por aportar su conocimiento y experiencia, que fueron de gran ayuda en esta investigación.
Chris Tooke es un director en la práctica de Investigaciones Globales de J.S. Held que se unió como parte de la adquisición de GPW por parte de J.S. Held. Es un destacado especialista en riesgos políticos y regulatorios en los mercados emergentes de Europa del Este y la antigua región soviética. Trabaja para clientes importantes, desde bancos, TMT, compañías mineras y de petróleo y gas, hasta gobiernos soberanos, ayudándolos a comprender el entorno político y operativo en sus mercados objetivo.
Su oficina está en Londres y anteriormente trabajó en The Economist Intelligence Unit, con enfoque en los países postsoviéticos. Ha gestionado investigaciones de debida diligencia mejroada para varios bancos internacionales y empresas de capital privado y ha asesorado a numerosas compañías extractivas en sus negocios conjuntos en la antigua Unión Soviética, en temas de negociaciones con gobiernos anfitriones, nacionalismo de recursos y entornos regulatorios locales. También ha provisto asesoramiento para sanciones correctivas junto con asesores externos para un importante fabricante estadounidense que enfrentaba incumplimientos normativos en Rusia y asesoró a empresas de petróleo y gas en cuanto a desarrollos en el sector de petróleo y gas ruso, y en exposición a sanciones.
Chris habla varios idiomas y frecuentemente se lo ve en los medios ofreciendo comentarios y análisis sobre el mercado postsoviético.
Puede comunicarse con Chris escribiendo a [email protected] o llamando al +44 20 7629 9299.
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