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Cómo las corporaciones pueden establecer cadenas de suministro éticas y ayudar a proteger los derechos humanos

J.S. Held expande su práctica en consultoría de equipos con la adquisición de Failure Analysis & Prevention

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Introducción

La agenda de sostenibilidad ha estado impulsando a las empresas a abordar el impacto ambiental y social.​​​​​​​ Ya no es aceptable sacar provecho de los daños sufridos por el planeta o las sociedades en las que operamos. Las empresas también se encuentran bajo un mayor escrutinio cuando se trata de abordar cuestiones de derechos humanos en sus cadenas de suministro.

Se estima que el mercado moderno de la esclavitud genera $150,000 millones anuales en ganancias ilegales con 14 millones de personas esclavizadas solo en el sector privado.[1] Se estima que 152 millones de niños entre 5 y 17 años de edad están involucrados en trabajo infantil[2] y, como era de esperar, la mayoría de estos problemas se observan en los mercados emergentes donde las empresas, durante décadas, han buscado reducir los costos y la eficiencia de su suministro. Un estudio reciente de ​​​​​​​Harvard Business Review sobre corporaciones multinacionales consideradas líderes en iniciativas de sostenibilidad descubrió explotación de trabajadores, condiciones de trabajo peligrosas, contaminación y exposición a sustancias peligrosas, desalojos forzosos, destrucción de pueblos indígenas y devastación ambiental en sus proveedores de nivel inferior.[1] Un comercial de televisión de Standard Chartered reciente sugiere que solo el 6 % de las empresas tienen total transparencia en sus cadenas de suministro.[2]

Este documento se centrará en los factores emergentes relacionados con la responsabilidad corporativa que abordan estos temas y ayudan a crear una cadena de suministro ética. Describirá los riesgos clave, de dónde proviene la creciente presión y dónde centrar la atención para crear procedimientos que cumplan con los estándares legales y regulatorios nuevos y futuros, salvaguarden la reputación y mitiguen las preocupaciones de las partes interesadas.

Hacia una mayor supervisión gubernamental

El impulso de la debida diligencia en materia de derechos humanos ha ganado ritmo desde que las Naciones Unidas emitieron sus Principios rectores sobre las empresas y los derechos humanos, que fue respaldado por unanimidad por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en 2011. El marco de los principios (el Marco Ruggie) se basa en tres pilares:

1. El deber del estado de proteger contra los abusos de los derechos humanos.

La acción estatal en forma de nueva legislación y regulación en varios países está impulsando a las empresas a tomar más en serio los derechos humanos en sus cadenas de suministro. Varios países han desarrollado planes de acción nacionales basados en los principios de la ONU, incluidos el Reino Unido, Suiza, los Países Bajos, Francia, los Estados Unidos y Japón, que publicaron su plan de acción nacional el 16 de octubre de 2020.

La Ley de Transparencia en las Cadenas de Suministro de California, la Ley de Esclavitud Moderna del Reino Unido y la Ley de Esclavitud Moderna de la Mancomunidad (Australia) buscan la divulgación de los esfuerzos de las empresas para prevenir la esclavitud y la trata de personas. Europa está avanzando desde la divulgación a un modelo obligatorio de debida diligencia en materia de derechos humanos aplicado a cada nivel de la cadena de suministro. En marzo de 2021, el Parlamento Europeo recomendó una nueva directiva sobre debida diligencia de proveedores. Además, la Comisión de la UE publicó una guía en julio de 2021 sobre un proceso de debida diligencia que aborda el riesgo del trabajo forzoso y cómo evitarlo y mitigarlo en toda la cadena de suministro.

La Ley de debida diligencia de la cadena de suministro, aprobada recientemente en Alemania, entra en vigencia en enero de 2023.[3] Requiere que las empresas con un personal de al menos 3,000 empleados lleve a cabo la debida diligencia para los derechos humanos y ciertos riesgos ambientales relacionados, en toda su cadena de suministro. También los obliga a tomar medidas para prevenir y mitigar los abusos de derechos humanos y establecer procesos de reclamos y denuncia.

2. Responsabilidad empresarial de proteger los derechos humanos.

Las empresas se ven obligadas a través de mandatos a demostrar un compromiso con base en las políticas de la empresa que anuncien su responsabilidad de respetar los derechos humanos. Una política de la empresa en sí misma no será suficiente si se alegan o identifican problemas de derechos humanos en cualquier parte de la cadena de suministro. Requieren marcos operativos que activen estas políticas y las hagan significativas y efectivas. Si se descubre que una empresa ha causado o contribuido a impactos adversos sobre los derechos humanos, debe esforzarse por remediar la situación. Si no está directamente involucrada, se espera que la empresa sea responsable de actuar sobre la parte en cuestión, lo que requiere que la empresa repare la situación y, en última instancia, considere si continuará el negocio con la parte en cuestión si no se encuentra una solución.

3. El derecho de las víctimas a acceder a medidas de reparación efectivas a las violaciones.

Aquí es donde es más probable que se vean cambios fundamentales en la forma en que las empresas interactúan con sus cadenas de suministro. De manera similar a la estructura de las líneas directas de denuncia de irregularidades y denuncias éticas, es probable que existan mecanismos que permitan reclamaciones de todos los niveles de la cadena de suministro, para realizar reclamaciones contra las empresas en la parte superior de la cadena. Esto tiene importantes implicaciones para los contratos de proveedores e inevitablemente requerirá cambios en las relaciones que las empresas tienen con los proveedores a lo largo de su cadena, incluidas políticas de incorporación específicas, protocolos de debida diligencia, medidas de responsabilidad social corporativa y derechos de supervisión y auditoría cuidadosamente incorporados en los contratos y procesos de trabajo/informes.

Desafíos y factores de riesgo para las empresas

Quizás la mejor comparación que se puede hacer en términos de requisitos, impacto e implicaciones para las empresas que se producirán durante los próximos dos o tres años en relación con los derechos humanos, es la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA, por sus siglas en inglés). La FCPA y la legislación anticorrupción global subsiguiente impulsaron a las empresas, temerosas de exponerse a sanciones financieras significativas, penas de prisión y alteraciones operativas y de reputación, a responder estableciendo departamentos de cumplimiento y políticas rígidas contra el soborno. Estas leyes también llevaron a las empresas a comenzar programas globales para capacitar y educar a los empleados y establecer líneas directas y procedimientos para denunciar violaciones. Existen riesgos similares para las empresas expuestas a problemas de derechos humanos en sus cadenas de suministro. En un área de negocios que tradicionalmente ha consistido en reducir los márgenes de la cadena de suministro, ahora se les pide a las empresas que inviertan mucho en garantía y responsabilidad.

Reputación

¿Qué valor se le puede dar a la reputación de una empresa? En un estudio, el 97% de las empresas señala el riesgo de reputación derivado del abuso de los trabajadores en la cadena de suministro o en las operaciones de la empresa como la principal razón para tomar medidas contra la esclavitud moderna.[4]

El riesgo de reputación a menudo surge de los medios tradicionales, las redes sociales y, en particular, las organizaciones no gubernamentales (ONG) que monitorean constantemente estos problemas. Apasionadas por las causas por las que hacen campaña, las ONG están preguntando a las empresas directamente sobre su postura y compromiso.

En un mundo de redes sociales, es fácil intensificar una acusación y causar un daño a la reputación. A su vez, esto puede atraer el escrutinio de reguladores, inversores, clientes y socios comerciales que exigen transparencia y, a menudo, ejercen la elección sobre a quién deciden financiar, comprarle, con quién deciden asociarse y trabajar. Los empleados también tienen altas expectativas de las empresas con las que se comprometen, y la reputación es clave para la motivación de los empleados y la capacidad de reclutar talentos claves.

Legal/regulatorio

Los riesgos legales y regulatorios incluyen litigios, disputas, multas e incluso sentencias de prisión, que a menudo los principales impulsores de las acciones corporativas. En el Reino Unido, los perpetradores pueden enfrentar cadena perpetua y, a medida que estos cambios regulatorios entren en vigor a nivel mundial, sin duda veremos ejemplos públicos como lo hicimos con las medidas regulatorias tomadas en asuntos de soborno y corrupción en el pasado.

Las sanciones a los países que se considera que cometen abusos contra los derechos humanos son una herramienta que los gobiernos utilizan cada vez más. El enfrentamiento entre Estados Unidos y China sobre derechos humanos en Sinkiang​​​​​​​ es solo un ejemplo reciente. En otro caso, una gran institución financiera internacional se declaró culpable de violar la política de sanciones de Estados Unidos contra Sudán, Irán y Cuba en 2014. Esa empresa se enfrenta ahora a una demanda en Estados Unidos que afirma que facilitó los abusos contra los derechos humanos en Sudán.

Finanzas

El riesgo financiero derivado de las denuncias de violaciones de derechos humanos podría implicar una demanda de mayor transparencia y divulgación en las cadenas de suministro y terceros en el proceso de licitación o una solicitud de adquisición. También podría dar como resultado el retiro de inversores que no estén dispuestos a comprometer fondos para proyectos controvertidos o que busquen garantías sobre el cumplimiento y los procesos de debida diligencia de la empresa. El precio de las acciones de la empresa podría verse afectado negativamente. El financiamiento y los préstamos también podrían verse afectados, y sanciones o inhabilitaciones también son una posibilidad. Finalmente, las empresas podrían tener que pagar el costo de las acciones correctivas.

Operativo

Luego está el riesgo operativo, que incluye disputas laborales, huelgas y otros disturbios derivados de abusos contra los derechos humanos. Los contratos pueden estar en peligro de cancelación. Las empresas podrían enfrentar sanciones y escrutinio de sus socios comerciales y, en consecuencia, comprometer recursos, presupuesto y atención a las estrategias de reparación o la necesidad de cambiar socios comerciales y proveedores.

Identificar y abordar los riesgos

A medida que se imponen los mandatos, el dilema general al que se enfrentan las empresas se centrará en gestionar y solucionar las preocupaciones sobre derechos humanos en toda la cadena de suministro. La transparencia es un desafío importante, especialmente considerando la complejidad de las cadenas de suministro que operan en múltiples jurisdicciones y economías.

Integrar los objetivos de sostenibilidad y comprometerse con los valores ambientales, sociales y de gobernanza requerirá comprender dónde se ubica la preservación de los derechos humanos en los objetivos y propósitos generales de una empresa. Debido a las expectativas de contribución ambiental y social, muchas empresas se encuentran actualmente en procesos de revisión para abordar la visión, misión y propósito corporativos. Si bien una empresa por sí sola no puede erradicar el problema, puede centrarse en dónde puede hacer una contribución significativa para lograr un cambio efectivo, dónde existe su cadena de valor y dónde es responsable del impacto que tiene en la sociedad y su capacidad para realizar cambios. Pero ¿por dónde empezar? ¿Qué define una cadena de suministro? ¿Cómo define una empresa sus objetivos? ¿Cómo comunica y activa sus objetivos? ¿Cómo logra la aceptación y mide e informa sobre la actividad y el éxito?

Mapeo de la cadena de suministro

Para abordar lo anterior, primero es necesario comprender la cadena de suministro, lo que puede ser un desafío dado que puede incluir todo, hasta materias primas y componentes o ingredientes específicos, donde realmente existe toda la cadena de suministro. Las empresas a menudo se centran en trabajar con sus proveedores de nivel 1 para ayudar a trazar los niveles inferiores de su cadena de suministro. Los cuestionarios pueden actuar como punto de partida, pero dada la cantidad de proveedores y la complejidad de los componentes, las materias primas y el capital humano, una empresa deberá priorizar a los proveedores de alto riesgo examinando el riesgo por país, por producto, por número de empleados, por grupos sociales de empleados, por volumen de suministros y categoría de proveedores de riesgo, y con foco en los accionistas.

Debida diligencia en materia de Derechos Humanos

La debida diligencia en materia de Derechos Humanos se derivará de la incorporación de una conducta responsable en las políticas y los sistemas de cumplimiento. Por supuesto, existen muchas formas de debida diligencia, y muchas empresas están familiarizadas con la debida diligencia de fusiones y adquisiciones, Conozca a Su Cliente (KYC, por sus siglas en inglés) y la debida diligencia de terceros, que se ha establecido en gran medida como un componente vital del cumplimiento. Para las cadenas de suministro, será importante adoptar un enfoque basado en el riesgo y, cuando sea necesario, poder responder a lo siguiente:

  • ¿Con quién hace negocios la empresa?
  • ¿Cómo operan los socios y cuáles son sus actividades?
  • ¿Quién controla las operaciones de los socios?
  • ¿Para quién más trabajan los socios?
  • ¿De dónde proviene el personal de los socios?
  • ¿Cuáles son las prácticas de contratación de socios? ¿Cómo tratan a su personal?
  • ¿Cómo garantizan los socios el cumplimiento? ¿Se adhieren a las regulaciones? ¿Han tenido problemas anteriores?
  • ¿Alguna cuestión laboral o de derechos humanos anterior o actual?
  • ¿Existen sindicatos locales?
  • ¿Existen organismos de la industria local u ONG que conozcan a estos socios? ¿Cómo son vistos en la comunidad?

Esta información a menudo no está disponible en el dominio público y puede ser difícil de recopilar y verificar mediante cuestionarios y entrevistas. Para los proveedores de alto riesgo que operan en países donde la información es vaga, poco confiable o inexistente, es importante abordar las preguntas anteriores a través de investigaciones de dominio público y entrevistas discretas en el lugar con personas que conocen las comunidades, los proveedores, sus operaciones, sus métodos de trabajo y su fuerza de trabajo. Cuando los procesos se han establecido de manera adecuada, la incorporación de nuevos proveedores debe generar eficiencias en este proceso de debida diligencia en materia de Derechos Humanos.

Auditoría social

Al igual que con una auditoría subsidiaria, las empresas deben considerar la adopción de auditorías sociales, que son evaluaciones independientes del personal y de las condiciones laborales, la salud y seguridad ocupacional, la gestión ambiental y la ética empresarial. La auditoría puede incluir entrevistas confidenciales a los trabajadores y la comunidad, así como entrevistas con proveedores, contratistas, proveedores y distribuidores; una vez más, esto puede centrarse en proveedores clave en áreas donde la exposición al riesgo se considera alta.

Recuperación

Cuando se encuentran problemas, se requieren acciones correctivas para abordar y hacer posibles cambios. Muchos problemas de trabajo infantil y servidumbre por deudas ocurren debido a las economías de donde se obtienen los productos, la falta de acceso a estilos de vida alternativos, los bajos salarios y la falta de oportunidades educativas. Estos problemas suelen estar profundamente arraigados a lo largo de los años, lo que requiere el desarrollo de medidas específicas para abordarlos.

Cada situación debe abordarse de acuerdo con la comprensión de las siguientes preguntas:

  • ¿Dónde necesita una empresa hacer cambios?
  • ¿Qué puede cambiar?
  • ¿Dónde necesita colaborar?

A menudo existen opciones para las iniciativas de RSC que pueden contribuir a opciones de cambio tales como garantizar salarios justos, diferenciación de productos para ofrecer políticas de precios para productos de fuentes éticas, educación y conciencia del consumidor, alcance a las comunidades locales, grupos de pares de la industria y agencias gubernamentales locales. Básicamente, una mejor gestión de la relación con el proveedor puede generar cambios incrementales que pueden transformar la percepción y la perspectiva de todas las partes interesadas. Al hacerlo, esto puede elevar a una empresa en términos de demostrar activamente los estándares a los que aspira, establecer puntos de referencia y, a su vez, alentar a otros actores de la industria a colaborar y definir acciones positivas para el cambio social.

Reportar

Los informes ambientales, sociales y de gobernanza a menudo se centran en los datos cuantitativos que se pueden configurar y presentar fácilmente: reciclaje, reducción de emisiones y eficiencia energética, y los informes sobre el capital humano se relacionan principalmente con las horas extraordinarias y las cifras de diversidad y el trabajo/equilibrio. Es más difícil informar sobre el impacto social y la cadena de suministro, ya que esto a menudo requiere aportes cualitativos y visión de futuro en lugar de datos históricos. Admitir que las cosas no siempre son tan buenas como nos gustaría que fueran nunca es fácil de retratar. El enfoque aquí debería estar en cómo demostrar el impacto positivo que una empresa ha tenido en las comunidades y la sociedad en las que operan sus cadenas de suministro. ¿Somos capaces de mostrar una diferencia en el bienestar y el estilo de vida del personal? Esto requiere una reflexión cuidadosa, pero es fundamental para poder mostrar el compromiso adquirido y los resultados correspondientes.

El impacto de las ONG

A menudo, las cuestiones se plantean a través de ONG que se centran en cuestiones de derechos humanos. Pueden tener y utilizar recursos y conocimientos que las empresas no poseen para investigar asuntos y luego solicitar directamente una respuesta y participación. Por supuesto, hay algunas ONG que tienen la intención de lograr la vergüenza pública. Sin embargo, la mayoría entiende que necesitan trabajar junto con las empresas en sociedad si se quieren lograr cambios efectivos. Para evaluar quién debe responder a las ONG y cómo, una empresa primero debe investigar las acusaciones que se hacen para comprender su validez y el alcance del problema. Hay muchos ejemplos de iniciativas colaborativas que han tenido éxito al enfocarse en el cambio social y ayudar a las empresas con acciones correctivas.

Conclusión

Es probable que el movimiento para que las empresas sean responsables de proteger los derechos humanos y establecer cadenas de suministro éticas continúe ganando impulso en todo el mundo.

Para abordar con éxito los riesgos a lo largo de sus cadenas de suministro, las empresas pueden seguir los estándares emitidos por la Organisation for Economic Co-operation and Development (OECD) Due Diligence Guidance. [5] La OECD recomienda lo siguiente:

  • Integrar la conducta empresarial responsable en las políticas y los sistemas de gestión.
  • Identificar y evaluar los efectos adversos en las operaciones de la empresa, las cadenas de suministro y las relaciones comerciales.
  • Detener, prevenir o mitigar los efectos adversos.
  • Hacer un seguimiento de la implementación y los resultados.
  • Comunicar cómo se abordan los impactos.
  • Prever o cooperar para la recuperación de efectos adversos.

¿Cómo logra una empresa lo anterior? De cara al futuro será fundamental hacer lo siguiente:

  • Tener una declaración de derechos humanos bien comunicada que incluya una redacción sobre la trata de personas y la esclavitud moderna.
  • Crear sistemas y políticas internas y mecanismos de informes.
  • Elaborar y publicar criterios de adquisiciones sostenibles.
  • Agregar cláusulas de responsabilidad social corporativa a los contratos.
  • Establecer protocolos de incorporación que incluyan la debida diligencia en materia de derechos humanos.
  • Establecer derechos de auditoría activos y procesos de presentación de informes.
  • Llevar a cabo programas de formación y educación para empleados, proveedores y otras partes interesadas.
  • Monitorear operaciones de alto riesgo.
  • Mantener reuniones periódicas con los accionistas.
  • Participar activamente en las comunidades y las iniciativas de la industria.
  • Establecer planes de contratación, salario justo, vivienda, alojamiento.

A medida que más países exijan una debida diligencia en materia de derechos humanos más estricta, las empresas deberán cambiar sus relaciones con sus proveedores para que sepan más sobre ellos y sus operaciones. Un proceso eficaz de debida diligencia en materia de derechos humanos requerirá que la dirección de la empresa lleve a cabo un mapeo de riesgos para identificar a sus proveedores de alto riesgo. Para demostrar que cuentan con los sistemas adecuados, las empresas deben mirar más allá de su primer nivel de proveedores hacia los que están al final.

Al implementar políticas y procedimientos efectivos de debida diligencia en materia de derechos humanos, las empresas pueden reducir su exposición a litigios, publicidad negativa en las redes sociales y la corriente principal y la interrupción comercial de sus operaciones. Tomar la iniciativa de construir una cadena de suministro ética no solo reduce estos riesgos, sino que también brinda oportunidades. Nuevos talentos, inversores, nuevos negocios y ganancias fluirán hacia empresas con una sólida reputación y sistemas de apoyo a los derechos humanos.

Reconocimientos

Le agradecemos a Ben Fouracre por aportar su conocimiento y experiencia, que fueron de gran ayuda en esta investigación.

Ben Fouracre es director gerente y representante de J.S. Held en Japón. También dirige la práctica de Investigaciones Globales para J.S. Held en Asia-Pacífico. Ben ha sido responsable de evaluar la estrategia de entrada al mercado y la exposición al riesgo para organizaciones globales en una variedad de sectores industriales a través de la realización de evaluaciones de riesgo y programas impulsados ​​por el cumplimiento. Se especializa en realizar tareas de investigación complejas que involucran fraude y corrupción, investigaciones de inteligencia empresarial y debida diligencia, respuesta y gestión ante crisis, integridad de marca y servicios de consultoría de riesgos y diseño e implementación de programas de cumplimiento global.

Se puede contactar a Ben llamándolo al +81 80 4862 5005 o escribiéndole a bfouracre@jsheld.com

Los puntos de vista y opiniones expresados ​​en este artículo son los del autor y no reflejan necesariamente las opiniones, la posición o la política de J.S. Held LLC o sus otros empleados y afiliados.

Referencias

  1. International Labour Organization, Profits and Poverty: The economics of forced labour, ILO Geneva 2014
  2. Global estimates of child labour - results and trends 2012-2016
  3. Ley Alemana sobre Cadena de Suministro (Lieferkettengesetz)
  4. Corporate Leadership on Modern Slavery - Investigación de Hult International Business School en asociación con el Ethical Trading Institute
  5. Organisation for Economic Co-operation and Development (OECD) Due Diligence Guidance
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