Perspectivas
De acuerdo con la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), los códigos de construcción protegen contra una amplia gama de peligros, ya sea a través de la implementación de conexiones seguras, la prevención de incendios o una integridad estructural más sólida. Cuando una comunidad cuenta con códigos de construcción actualizados, está más protegida contra estos peligros"[1]. Pero ¿qué hay que hacer cuando algo ocurre y aun así se presume que se han aplicado los códigos de construcción correctos? ¿Qué sucede si alguien se cae mientras camina por un piso de baldosas o si alguien tropieza al bajar una escalera? ¿Cómo aborda el código de construcción o cualquier otro código estas situaciones?
Este artículo destacará cómo se utilizan el código de construcción y otros códigos y ordenanzas aplicables para determinar qué acciones pueden haber provocado un accidente. Varias áreas del código, así como algunos escenarios comunes en los que los códigos se vuelven pertinentes, serán el enfoque de las siguientes páginas. Hablaremos de resbalones, tropiezos y caídas; de los problemas de iluminación; de las escaleras y de la mecánica de los seres humanos que las utilizan; de la Ley para Estadounidenses con Discapacidades (ADA) y su relación con la responsabilidad de las instalaciones; y de los problemas relacionados con la nieve y el hielo y su correcta eliminación de los caminos durante los meses de invierno. La siguiente información puede ser de especial interés o utilidad para ajustadores, abogados, arquitectos, ingenieros, propietarios y demandantes.
Los resbalones, los tropiezos y las caídas, aunque son accidentes comunes y, tal vez, mundanos, son una causa importante de lesiones personales cada año, como lo demuestran las siguientes estadísticas:
Con todos estos incidentes que involucran caídas, ¿cómo intervienen los códigos? Uno de los primeros pasos en la investigación de un evento de un resbalón, tropiezo o caída es determinar las características del lugar donde se produjo. Hay que evaluar aspectos como el tipo de suelo, si la superficie estaba mojada, si la superficie estaba sucia, cómo ocurrió el suceso y las condiciones generales en las que se produjo la caída.
El código de construcción y otros códigos aplicables, como los de seguridad humana, incluyen información sobre las normas que se podrían aplicar a la situación. Aunque estos códigos pueden no especificar el tipo o estilo exacto de piso que debe utilizarse en una situación determinada, existen normas prescriptivas y de rendimiento en el código que dictan recomendaciones fundamentales, como que "las superficies para caminar deben planas y sin obstrucciones verticales de determinada elevación a lo largo de las vías de desplazamiento, especialmente en situaciones en las que haya una salida de emergencia". Es claramente peligroso que un pasillo que se utiliza para la evacuación de un edificio en caso de emergencia tenga un peligro de tropiezo involuntario que pueda impedir a los ocupantes abandonar la estructura de forma rápida y segura. A menudo, este tipo de transgresiones o infracciones del código se dan en situaciones no urgentes en las que se ve afectada una sola persona, pero pueden ser igual de graves y provocar daños personales.
Al investigar un resbalón o tropiezo, una consideración importante que debe hacerse es la calidad de fricción o el carácter resbaladizo de la superficie para caminar. Esto puede diferir drásticamente dependiendo de si la superficie para caminar es un hormigón relativamente áspero con acabado cepillado o está compuesta por baldosas de mármol pulido, en especial si las baldosas tienen una ligera película de agua de lluvia que se puede haber llevado al interior con el calzado del peatón. El carácter resbaladizo de un piso, o su coeficiente de fricción, puede determinarse utilizando diferentes tribómetros para evaluar la superficie del suelo.
Tras determinar los valores de fricción de la superficie, los investigadores pueden determinar si la propia superficie fue parte del problema que provocó el tropezón y la caída o si pueden haber contribuido otros factores, como el agua o cualquier otra sustancia líquida que se haya derramado en la zona.
Los códigos y normas aplicables pueden dictar qué acabados son más relevantes para una ocupación determinada y, por lo tanto, estar diseñados para ese uso. Por ejemplo, la superficie del piso de la sala de urgencias de un hospital puede tener requisitos diferentes a los de un edificio de oficinas, que puede estar cubierto por escritorios y cubículos.
Iluminación
No se suele tener en cuenta la iluminación hasta que falta o es insuficiente. Intentar avanzar por algún lugar a oscuras o con poca iluminación puede hacer que se tropiece con un objeto o que se encuentre con un obstáculo inesperado, como un borde en una curva de un estacionamiento, y puede provocar una lesión.
Hay dos tipos de iluminación que se deben tener en cuenta en relación con la responsabilidad de las instalaciones y los códigos de construcción. El primero es la iluminación interior, que puede no ser lo suficientemente brillante como para proporcionar la visibilidad necesaria a los ocupantes en movimiento. La segunda es la iluminación exterior, que suele encontrarse en estacionamientos u otras situaciones en las que una persona se mueve en espacios abiertos o entre estructuras.
La iluminación interior es un factor importante en situaciones de emergencia, como cuando se corta la luz y los ocupantes necesitan iluminación para bajar las escaleras o salir del edificio (tenga en cuenta que los códigos de construcción exigen que los elementos en los medios de salida estén iluminados en todo momento para evitar una situación peligrosa). Los pasillos y las escaleras deben tener la cantidad de luz prescrita durante estos eventos, y la cantidad está dictada por los códigos de construcción y de seguridad humana. Las cantidades se pueden confirmar utilizando medidores de luz u otros medios de prueba. El objetivo es garantizar que se proporciona la iluminación adecuada en una emergencia y que las personas que se encuentran dentro del edificio podrán ver correctamente para salir de la estructura de forma segura.
Una de las estipulaciones sin precedentes que ha surgido en los últimos años es la correlación del código de conservación de la energía con estos requisitos. Mientras que el requisito de iluminación es necesario como parte de los códigos de construcción en los casos de evacuación, algunas normas de conservación de la energía también podrían aplicarse a los accesorios de iluminación que se utilizan. La intención general es proporcionar los niveles de iluminación adecuados para poder ver en caso de emergencia, pero esos accesorios también deben cumplir con los códigos de conservación de energía vigentes.
También existen ciertas situaciones en las que la iluminación interior está sujeta a algunos requisitos específicos, a la vez que debe mantenerse intencionadamente baja para el uso adecuado/previsto de la zona, Entre estos se incluyen distintos entornos, como salas de cine, salas de espectáculos y algunos espacios de reunión. Aunque los niveles de iluminación durante el evento se mantienen bajos de manera intencional para poder disfrutar adecuadamente de, por ejemplo, una actuación, sigue siendo necesario iluminar las escaleras y los pasillos para que las personas puedan moverse de forma segura. Por supuesto, la iluminación de emergencia también es necesaria, pero los aspectos de responsabilidad de las instalaciones pueden entrar en juego si alguien se desplaza durante una película o un concierto y no puede recorrer las escaleras o los pasillos con seguridad.
La iluminación exterior es fundamental para que las personas puedan desplazarse de forma segura en lugares como los estacionamientos al entrar y salir de un edificio cuando está oscuro. Por supuesto, tener iluminación en estas áreas está asociado con la seguridad, pero hay una necesidad adicional de que las personas puedan ver para evitar posibles obstáculos y peligros de tropiezo como aceras, topes de estacionamiento y otros objetos. Estos elementos de la iluminación ya no tienen tanto que ver con los códigos de construcción propiamente dichos, sino que están relacionados con la ordenanza y los requisitos de aplicación locales.
Mientras que el código de construcción, el código de seguridad humana e incluso los códigos eléctricos vigentes detallan los requisitos para el interior de un edificio determinado, otros elementos adicionales, como la iluminación de los estacionamientos, suelen detallarse en una ordenanza local de desarrollo del sitio o de zonificación. Esto se hace debido a consideraciones específicas, como el desplazamientos de peatones y vehículos alrededor del estacionamiento y si la iluminación se extiende fuera de las zonas de estacionamiento inmediatas o no. Aunque las luces de poste más brillantes del mercado podrían utilizarse para iluminar todo el estacionamiento con una luz blanca total, a los vecinos de la zona podría no gustarles que esa luz entrara por sus ventanas durante toda la noche y afectara su espacio personal. Por esta y otras razones similares, estos requisitos de los códigos suelen establecerse a nivel local, utilizando las normas establecidas para dichas áreas.
Entre las iniciativas actuales relacionadas con estas normas se encuentran la iniciativa Dark Sky Initiative y el movimiento Dark Sky Movement, junto con su trabajo para eliminar la contaminación lumínica en zonas de todo el país. Esto se consigue no solo eliminando el alumbrado, sino también utilizando determinadas tecnologías y accesorios de iluminación para proporcionar la mejor iluminación necesaria y, al mismo tiempo, evitar el consumo excesivo y una gran contaminación lumínica. Aunque estas implementaciones no se han generalizado aún, algunas ya se han establecido en ciertas localidades municipales como Groveland, Florida[3], y se han puesto en práctica en algunos parques estatales, como el Kissimmee Prairie Preserve State Park de Florida[4].
Algunas normas de iluminación exterior que afectan a muchas partes del estado de Florida son los requisitos de iluminación de las tortugas marinas establecidos por la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida [5], aplicados localmente por ordenanza en todo el estado[6], como se detalla en la ley de Florida7. La intención general de estas normas es evitar la iluminación excesiva de las zonas de playa que podría afectar la forma en que las crías de tortugas marinas encuentran el camino hacia el mar cuando nacen. Tener demasiada luz que apunte hacia la tierra puede hacer que las tortugas se desplacen en la dirección equivocada, lejos del agua, lo que las puede poner en situaciones potencialmente mortales.
La ordenanza de tortugas marinas vigente en Florida es otro de esos códigos y normas que se deben evaluar a la hora de determinar la causa y el efecto de una situación de responsabilidad de instalaciones. Por ejemplo, si alguien tropieza y se cae en una escalera exterior de un edificio costero y reclama que la iluminación no era lo suficientemente brillante o que no estaba situada a suficiente altura en la estructura, se debe investigar el reclamo para identificar si las condiciones de iluminación estaban sujetas al cumplimiento de la ordenanza local relacionada con las tortugas marinas. En algunos lugares, incluso las ventanas situadas en el lado del edificio que da al mar deben ser lo suficientemente oscuras para evitar que la iluminación del interior se emita a través del vidrio, que, si no se bloquea o reduce, puede causar problemas en la navegación instintiva que les permite a las crías de tortuga llegar a la playa.
Escaleras
Puede que pensemos que las escaleras no entran en conflicto con el movimiento natural del ser humano ni obstaculizan su capacidad para subir y bajar sin incidentes, pero unas escaleras mal construidas pueden convertirse rápidamente en un elemento peligroso en un edificio. Cuando una persona sube o baja escaleras, por naturaleza, aprende el patrón de estas en los primeros pasos. Si un peldaño de la escalera (la parte horizontal con la que entra en contacto el pie) o la contrahuella (el segmento vertical entre cada peldaño) varían mínimamente, la diferencia puede provocar un paso en falso u otro movimiento mal calculado. Esto, a su vez, puede provocar una caída.
Los códigos de construcción suelen ser muy específicos en cuanto a las tolerancias permitidas para los peldaños, las contrahuellas, sus respectivos anchos y alturas, y las variaciones permitidas en toda la escalera. Además, los aspectos de seguridad de una escalera, incluidas la altura de la baranda y la funcionalidad (capacidad de agarre, fuerza de apoyo), se detallan de tal manera que ilustran de forma clara lo que constituye una escalera que cumple con el código. Esto se tiene en cuenta tanto en edificios comerciales como en viviendas unifamiliares.
Una preocupación que surge a menudo es si los códigos de las escaleras cambian con el tiempo y cómo lo hacen. Algunos de los requisitos del código en vigor actualmente pueden ser más estrictos y más específicos en cuanto a lo que se tolera que los relativos a las escaleras construidas hace 50 años. Esta es una parte importante en cualquier investigación en la que se da una situación de responsabilidad de las instalaciones relacionada con escaleras, ya que es necesario determinar si las escaleras cumplían verdaderamente con las normas en el momento en que se construyeron. Si en un principio cumplían con la normativa, ¿en qué punto se consideraría que infringen los últimos códigos sin dejar de estar en condiciones aceptables? Además, ¿se realizaron actividades (reparaciones, renovaciones) durante la vida útil de la escalera que hubieran iniciado la necesidad de reconstruirla según los últimos requisitos del código? En muchos casos, el código permite que los componentes existentes permanezcan en su sitio aunque no cumplan totalmente las normas, pero cuando se realizan ciertos trabajos que alteran la escalera (reconfiguración del espacio, cambios de ocupación y uso previsto de la estructura), estas actividades pueden desencadenar la realización de trabajos adicionales cuando se superan ciertos límites.
Este es otro aspecto de una investigación de responsabilidad de instalaciones, que implica la investigación del historial de permisos y la revisión de cualquier trabajo histórico realizado para determinar 1) si todas las actualizaciones necesarias del código se llevaron a cabo cuando se debía o 2) si alguna circunstancia, como el trabajo no permitido, dio lugar a que los componentes fueran ignorados o pasados por alto, lo que lleva a una infracción del código actual.
Ley para Estadounidenses con Discapacidades (ADA)
La Ley para Estadounidenses con Discapacidades (ADA), también conocida en algunos estados como el "código de accesibilidad", es otro conjunto de normas que hay que tener en cuenta siempre que se evalúe una situación de responsabilidad de las instalaciones. El objetivo de este código es hacer que las estructuras y su entorno sean más accesibles para las personas con dificultades de movilidad. De esta forma, el código también puede servir como guía en situaciones en las que seguir las directrices puede generar un entorno más seguro y práctico, independientemente de si la accesibilidad es el factor principal que se tiene en cuenta o no.
El requisito de elevación del piso es un ejemplo claro. Básicamente, no debe existir una elevación vertical mayor que 1/4" (1/2" si el elemento es biselado) en ninguna trayectoria. El objetivo es eliminar cualquier alteración vertical que pueda estorbar a una persona en silla de ruedas o a alguien que camine con ayuda de un bastón. Sin embargo, el cumplimiento de esta norma también puede ser beneficioso para cualquier persona que avance por un camino, ya que elimina el peligro de tropiezo. Aunque 1/4" parece relativamente poco, sigue siendo una elevación suficiente como para hacer que el zapato de alguien se enganche y provoque un tropiezo, lo que crea el riesgo de una caída. Si se sobrepasa esta norma de 1/4", la elevación no solo supone un obstáculo para una silla de ruedas, sino que además, si se encuentra en medio de un pasillo abierto o en el umbral de una puerta, puede hacer tropezar a un peatón.
Una infracción común de esta norma se produce cuando hay cerámicos u otras baldosas para el piso que se dañan por el uso cotidiano del edificio. Se puede romper una baldosa y, en el proceso, se pueden desprender trozos de esta que se eliminan durante la limpieza. Aunque esto puede no parecer una infracción importante del código, el hueco y el desnivel que dejan los trozos rotos de baldosa pueden crear una elevación significativa que puede superar la norma de 1/4", lo que lo convierte en un peligro de tropiezo.
Elementos como las elevaciones en el suelo, si bien se mencionan en los códigos de construcción, seguridad humana y accesibilidad, también pueden formar parte de cualquier código de mantenimiento de la propiedad que pueda haber sido adoptado por la autoridad competente (AHJ). Aunque no todas las jurisdicciones las hayan adoptado, los códigos de mantenimiento de la propiedad establecen las normas que cualquier instalación y propietario debe seguir para garantizar que su edificio y su respectiva propiedad permanezcan seguros y en buenas condiciones de cuidado durante el uso cotidiano. Algunos han identificado el código de mantenimiento de la propiedad como el conjunto de normas intermedias utilizadas para la aplicación del código entre las construcciones nuevas y las futuras reparaciones y renovaciones.
Como se ha mencionado anteriormente, algunos requisitos del código pueden no ser obligatorios hasta que se realizan reparaciones de daños o trabajos operativos electivos. El código de mantenimiento de la propiedad cubre ese período y esas áreas para ayudar a garantizar que los edificios y las áreas de uso se mantengan en condiciones relativamente seguras. Por ejemplo, algunos jefes de bomberos de ciertos lugares realizan inspecciones anuales de los inmuebles comerciales para controlar los sistemas de protección contra incendios y los elementos de las salidas de emergencia, como los herrajes antipánico de las puertas. En las jurisdicciones en las que se ha adoptado un código de mantenimiento de la propiedad, también pueden aplicarse normas adicionales, como el correcto funcionamiento de las puertas, el estado de los pisos y las normas de seguridad relacionadas con la iluminación y los sistemas eléctricos.
Nieve y hielo
Muchas personas han tenido la experiencia de caminar por una superficie exterior durante la temporada de invierno y perder repentinamente la tracción y el equilibrio debido a la acumulación de hielo en el suelo. Con una respuesta rápida, y quizás hasta con algo de suerte, algunos pueden evitar la caída y posibles lesiones. Sin embargo, los resbalones en el hielo son comunes y les ocurren a muchos peatones cada invierno, especialmente en los climas propensos a la nieve y el hielo. Así pues, ¿cómo abordan los códigos los posibles peligros que causan la nieve y el hielo, y qué medidas cabe esperar para contrarrestar estos factores climáticos? Las personas que caminan por una superficie exterior durante la temporada de invierno pueden perder tracción debido a la presencia de nieve o hielo en el camino. En climas propensos al frío, se espera que haya nieve y hielo. Sin embargo, las mismas condiciones en climas cálidos serían inesperadas. Independientemente de la ubicación geográfica y el clima, la nieve y el hielo son resbaladizos y pueden ser un peligro potencial para los peatones. No obstante, de manera diferente a lo que ocurre con las escaleras, las rampas y las cuestiones de la ADA, la nieve y el hielo no están contemplados específicamente en los códigos de construcción.
A diferencia de las cuestiones de responsabilidad de las instalaciones relacionadas con el código de construcción, que son más uniformes en todo el país, la presencia de nieve y hielo en una superficie de paso se aborda de forma regional y en función del clima. ¿La presencia de nieve y hielo en un camino crea un peligro potencial de resbalones y caídas? Si se lo compara con una acera limpia, seca y de hormigón, ciertamente lo hace. Sin embargo, la presencia de nieve y hielo sobre la acera no crea necesariamente una condición insegura. Considere 1/2" de nieve fresca en una acera de Mineápolis, Minnesota; Chicago, Illinois; Denver, Colorado; o Boston, Massachusetts. En estos climas, en los meses de invierno, la presencia de nieve o hielo en un camino es normal y no constituiría, en sí misma, una condición insegura.
Por el contrario, esa 1/2" de nieve en una acera de hormigón empinada en el centro de San Francisco, California, constituiría una condición peligrosa, ya que la presencia de nieve en esa zona es poco usual. Si hubiera 1/2" de nieve en Houston, Texas; Orlando, Florida; o Phoenix, Arizona, sería una condición peligrosa.
En el área metropolitana de Denver, la remoción de nieve y hielo la determina la jurisdicción local (ciudad, condado o pueblo) y se establece según el tipo de propiedad (comercial o residencial), la gravedad del suceso (cantidad de nieve) y el final de la nevada. Por lo tanto, para evaluar adecuadamente un resbalón y una caída relacionados con la nieve o el hielo es fundamental determinar la jurisdicción y los requisitos de remoción de nieve y hielo de ese lugar en particular. Desgraciadamente, los requisitos pueden variar mucho dentro de una zona geográfica relativamente pequeña, incluso en unas pocas millas. En el área metropolitana de Denver, muchas jurisdicciones exigen la remoción de la nieve en una propiedad residencial dentro de las 24 horas siguientes al cese de una nevada; las propiedades comerciales tienen menos tiempo, el período suele ser de cuatro horas. Sin embargo, hay una jurisdicción que no exige que se retire la nieve en absoluto. Dentro de un área metropolitana, los requisitos de remoción de nieve pueden variar, literalmente, de una acera a la otra.
Por estas razones, también es necesario realizar una investigación meteorológica para determinar cuándo terminó la nevada, y así poder relacionar las condiciones meteorológicas con la finalización prevista de la limpieza de las aceras. Las empresas de mantenimiento de propiedades suelen llevar un registro detallado de las condiciones meteorológicas, además de registros sobre la cantidad de tiempo que duró cada nevada, la hora del día en que se produjo, los servicios que se prestaron (quitanieves, pala, equipos para derretir hielo, etc.) y las horas que trabajaron sus empleados. Si es posible, correlacionar la información de estos informes con las condiciones meteorológicas puede ayudar a determinar si una superficie de paso se limpió correctamente después de una nevada.
Esta cuestión se vuelve más compleja cuando un resbalón y una caída ocurren durante o poco después de una nevada y una pequeña cantidad de nieve o hielo permaneció en una superficie después de que se retirara la nieve. Es importante tener en cuenta que al quitar la nieve con una pala o una barredora no se consigue una superficie completamente limpia y seca para caminar. Además, la nieve derretida de un tejado en un día soleado de invierno puede caer hacia la acera en el lado con sombra/norte de un edificio y volver a congelarse sobre esta. Las condiciones meteorológicas particulares, los distintos climas y los diferentes requisitos jurisdiccionales justifican la investigación exhaustiva y el conocimiento local a la hora de determinar cuál era la norma para la remoción de la nieve y el hielo, y si existía una condición peligrosa.
La relación entre una situación de responsabilidad de las instalaciones y el estado de los componentes de un edificio determinado puede encontrarse a menudo en los códigos de construcción o códigos relacionados. Aunque no todas las situaciones en un caso de responsabilidad de las instalaciones pueden tener una cita directa en el código, hay una serie de códigos, normas y ordenanzas que requieren una revisión y evaluación antes de tomar determinaciones específicas.
Estos requisitos pueden basarse a menudo en el evento específico, es decir, resbalar a causa del hielo en Colorado o caer por una escalera exterior en una casa de playa en Florida. Por ello, deben evaluarse teniendo en cuenta el contexto geográfico (se deben considerar factores como una ordenanza de remoción de nieve y hielo en vigor o una norma de iluminación por tortugas marinas). Ser capaz de analizar el código y las normas exitosamente en cualquier lugar y determinar con precisión su aplicabilidad es primordial para el manejo adecuado de cualquier situación de responsabilidad de las instalaciones.
Le agradecemos a Jeffrey Anderson RA, AIA, LEED AP, Erik Fritzberg RA, CBO, CPHC, CFM - Certified XL Tribometrist, y Michael Rimoldi MPA, CBO, CFM - Certified XL Tribometrist por aportar su conocimiento y experiencia, que fueron de gran ayuda en esta investigación.
Jeffrey Anderson es arquitecto profesional en la práctica de Arquitectura e Ingeniería Forense de J.S. Held. Se especializa en la evaluación forense de edificios existentes para analizar la intrusión de humedad, daños relacionados con el clima, pérdida de agua/congelación, defectos de construcción u otras formas de daños posteriores a la construcción. La experiencia de Jeff se centra en el análisis de reclamaciones de seguros, litigios por defectos de construcción o la participación directa del propietario para evaluar el riesgo.
Puede comunicarse con Jeff escribiendo a [email protected] o llamando al +1 720 592 3718.
Erik Fritzberg es arquitecto profesional en la práctica de Arquitectura e Ingeniería Forense de J.S. Held y profesional experto en códigos de mitigación, construcción y edificación que se especializa en la aplicación de las mejoras exigidas por los códigos que se deben implementar en edificios existentes. Erik también asiste con todos los aspectos del exterior de la construcción y las especificaciones y diseño de ensamblaje. La experiencia de Erik en proyectos de diferentes tipos de construcciones y complejidades en el sector institucional, comercial, educativo, industrial y residencial le proveen una amplia gama de habilidades para asistir a propietarios y clientes.
Puede comunicarse con Erik escribiendo a [email protected] o llamando al +1 412 293 3756.
Michael Rimoldi es gerente de proyectos sénior en la práctica de Arquitectura e Ingeniería Forense de J.S. Held. Además de dedicarse a la aplicación e interpretación de los códigos de construcción, Michael es contratista de construcción con licencia que ha trabajado en proyectos residenciales y comerciales de distintos alcances. Es administrador certificado de terrenos inundables de ASFPM y está acreditado como evaluador de varios documentos FEMA relacionados con la construcción, incluidos el manual de construcción costera, la guía local de construcción costera para oficiales, y peligros naturales y sostenibilidad para edificaciones residenciales. Ha figurado en varios medios de comunicación a nivel nacional, como CNN, Good Morining America y el Weather Channel, donde habló sobre los códigos de construcción.
Puede ponerse en contacto con Mike al [email protected] o llame al +1 813 676 1050.
[1] https://www.fema.gov/blog/5-reasons-building-codes-should-matter-you
[2] https://nfsi.org/nfsi-research/quick-facts/
[3] http://groveland-fl.gov/534/Dark-Sky-Initiatives
[4] https://www.floridastateparks.org/learn/dark-sky-designation
[5] https://myfwc.com/wildlifehabitats/wildlife/sea-turtle/lighting/
[6] https://myfwc.com/conservation/you-conserve/lighting/ordinances/
Cuando una estructura dañada se vuelve a poner en servicio, la confusión a veces rodea la cuestión de qué códigos de construcción aplicar: ¿el Código Internacional de Construcción (IBC), el Código Internacional de Construcción Existente (IEBC) o el Código Residencial Internacional (IRC)? El ...
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